Investigan a dos jueces por la puesta en libertad de un jefe mafioso
La sección de disciplina del Consejo General del Poder Judicial ha iniciado una investigación oficial para esclarecer la intervención de un magistrado del Tribunal Supremo y un magistrado juez de la Audiencia Nacional en la puesta en libertad del jefe de la Camorra napolitana, Antonio Bardellino, Tonino, cuya extradición había sido solicitada por el Gobierno italiano a las autoridades españolas.
La investigación está dirigida, entre otros extremos, a comprobar la posible existencia de presiones por parte de un magistrado, miembro de la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, a uno de los jueces centrales de la Audiencia Nacional para que pusiera en libertad al mafioso, lo que podría constituir delitos de cohecho y prevaricación.También se tratan de esclarecer los motivos que pudo tener el citado magistrado del alto tribunal para interceder por Bardellino. Fuentes solventes informaron a este periódico que la libertad le había costado a Bardellino los buenos oficios de una mujer y 15 millones de pesetas, de los que únicamente cinco fueron utilizados para pagar la fianza impuesta.
Las pesquisas han sido iniciadas por orden del presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Federico Carlos Sainz de Robles. Éste había sido informado previamente de la situación originada y de las sospechas que recaen sobre los dos magistrados por el presidente de la Audiencia Nacional, Rafael de Mendizábal.
Los presidentes de los organismos citados han ordenado que se comprueben los hechos. El magistrado del Supremo investigado proviene, al igual que los presidentes del Supremo y de la Audiencia Nacional, de la oposición restringida de lo contencioso-administrativo de la carrera judicial, e incluso pertenece a la misma promoción que el segundo de aquéllos.
Otra parte de la investigación está dirigida a determinar las razones por las que el juez de la Audiencia Nacional sobre el que se indaga puso en libertad a Bardellino, pero no a su guardaespaldas Raffaele Sicarnato. Este último está reclamado por delitos mucho menos graves que los de Tonino.
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El juez que decretó la libertad de Antonio Bardellino rehusó concedérsela a su guardaespaldas Raffaele Scarnato
Viene de la primera páginaLa ignorancia sobre este problema puede ser difícilmente esgrimida, pues el oficial del juzgado que lleva el caso, en el momento en que el juez decretaba la libertad de Antonio Bardellino, le comentó que habría que poner también en libertad a Raffaele Scarnato, guardaespaldas del jefe camorrista, a lo que el juez le replicó que no era necesario. Este mismo funcionario comentó con sus compañeros que lamentaba que le hubiera tocado el caso a él, puesto que también había recibido presiones del magistrado del Supremo.
Antonio Bardellino, de 38 años, jefe de la Nuova Familia, uno de los clanes de la Camorra, mafia napolitana, huyó a principios de febrero de la justicia española, después de que fuera puesto en libertad provisional, bajo fianza de cinco millones de pesetas, por el magistrado juez Ricardo Varón Cobos. A este juez no le correspondía en principio el caso Bardellino, ni el de los otros tres mafiosos junto a los que había sido detenido.
Varón realizaba la sustitución del titular del juzgado número 5, Francisco Castro Meije, que se encontraba enfermo, cuando puso en libertad a Bardellino. Castro, al tener conocimiento de la resolución, se incorporó al juzgado y citó a Bardellino, pero éste no compareció. También dispuso que el domicilio en el que vivía la compañera del camorrista, Rita De Vita, fuera vigilado, pero Tonino no pudo ser detenido.
Extradición endeble
A partir de ese momento, Francisco Castro revocó el auto de libertad y decretó la búsqueda y captura e ingreso en prisión de Antonio Bardellino. A pesar de que Bardellino es considerado como el jefe del tráfico de droga entre Suramérica y Europa, el expediente de extradición italiano es considerado como endeble, ya que se le hacen únicamente tres acusaciones: dos por asociación para delinquir, una de ellas genérica y otra ir su pertenencia al grupo mafioso, y la tercera por delito de receptación (tomar objetos robados para después venderlos). Bardellino está condenado en Italia a cinco años de cárcel, pero no podría ser juzgado por otros delitos que no fueran aquéllos por los que ha sido reclamado.
Los abogados de Bardellino intentaron nuevos pactos
Por otra parte, uno de los abogados y la compañera del capo mafioso trataron ayer de negociar con el presidente de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, Juan Manuel Orbe, el compromiso de que Bardellino siguiera en libertad hasta la celebración del juicio, a cambio de su presentación ante el juzgado. El magistrado se negó a aceptar ningún tipo de pactos.
Los abogados de Bardellino -en lo que va de proceso ha tenido ya cinco- han presentado dos recursos, uno de nulidad y otro de reforma y subsidiario de apelación, contra la decisión del juez Francisco Castro de revocar la libertad provisional. Los recursos, de contenido parecido, están basados en que el juez Castro ya no tenía jurisdicción para revocar la libertad, puesto que el juez Varón había concluido el expediente y lo elevó al presidente de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional.
También alegan que la resolución no se había notificado a las partes, que la fiadora tampoco fue requerida para que presentara a Bardellino y que a éste no se le citó formalmente, sino que la policía entregó a su compañera un recado para él que no cumplía los requisitos exigidos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Los letrados argumentan que Bardellino no intenta sustraerse a la acción de la justicia, porque está tratando de regularizar su situación, debido a que ya pasó por la experiencia de ser expulsado de Brasil y ahora trata de evitar ser perseguido. En la actualidad está realizando los trámites necesarios para reconocer a los hijos habidos en su unión con Rita De Vita.
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