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Oriente Próximo: diplomacia y guerra

Las milicias drusas expulsan al Ejército de la montaña libanesa

La milicias antigubernamentales drusas, encabezadas por Walid Jumblat expulsaron ayer al Ejército regular libanés de sus posiciones estratégicas en la montaña libanesa después de una batalla de gran envergadura en la que las tropas leales al presidente Amin Gemayel contaron con el apoyo de la Marina de guerra de Estados Unidos.El Ejército fue obligado a abandonar la única carretera que enlaza Beirut oeste, conquistado hace 10 días por los grupos musulmanes, y la sierra, donde están atrincheradas tropas sirias y guerrilleros palestinos y drusos. Un comunicado del Estado Mayor admitía que el Ejército había tenido que "redesplegarse".

A última hora de la tarde, el Partido Socialista Progresista (PSP), exclusivamente druso, había conseguido ensanchar la vía de comunicación a la altura de Kabr-Chamun, arrebatando posiciones al Ejército e incrementando así su presión sobre Suk el Garb, localidad que defiende Baabda, en cuyo término municipal se encuentra el Ministerio de Defensa y el palacio de Gemayel, que se resiste a dimitir, como pide la oposición.,

Una victoria de las unidades del Ejército aún fieles al presidente hubiese significado el corte del cordón umbilical que permite el envío desde las montañas de armas y municiones a los milicianos drusos y, sobre todo, chiitas de la organización de Amal, que se apoderaron del sector occidental de la capital de Líbano.

Beirut oeste quedaría entonces totalmente sitiado por tropas leales al jefe del Estado, que, en buena lógica militar, deberían intentar reconquistarla en una se gunda etapa. Pero fuentes allegadas al Ministerio de Defensa multiplican estos días los mentís a propósito de una contraofensiva del Ejército, seis de cuyas ocho brigadas permanecen aún a las órdenes de Gemayel.

Importantes pérdidas

El Ejército echó ayer todas sus fuerzas en la batalla en torno a la estratégica carretera, y, por primera vez desde el pasado mes de septiembre sus viejos aviones de fabricación británica Hawker Hunter llevaron a cabo misiones de ataque, bombardeando posiciones drusas situadas a tan sólo 15 kilómetros al sureste de Beirut. Un comunicado druso señala que un aparato gubernamental y 30 carros de combate han sido destruidos.

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El mando castrense libanés pidió incluso a la VI Flota de EE UU, que patrulla en aguas libanesas, que interviniese en su apoyo y en el del destructor lanzamisiles USS Claude, V. Ricketts disparó ayer, de madrugada, 11 salvas de artillería sobre "posiciones hostiles bajo control sirio", según afirmó un portavoz militar norteamericano. No se descarta que la Marina estadounidense entre de nuevo y masivamente en acción para frenar el avance de los drusos.

A pesar de que el portavoz en funciones del Gobierno de Siria, Faruk al Sharie, afirmó el domingo que Damasco no adoptaría indefinidamente una actitud pasiva ante los bombardeos norteamericanos, la artillería del Ejército sirio, que con 50.000 soldados controla un tercio del territorio libanés, no abrió fuego contra los navíos de guerra de EE UU.

Los drusos del PSP no dudaron, en cambio, en disparar contra el perímetro del aeropuerto cerrado de Beirut, donde están atrincherados varios centenares de marine

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