Presentan en Madrid los 'Ensayos completos' de Pedro Salinas, una visión en prosa sobre la poesía y la sociedad de nuestro tiempo

Los poetas Carlos Bousoño, Francisco Brines y Antonio Martínez Sarrión presentaron ayer en Madrid los Ensayos completos de Pedro Salinas, una obra en tres tomos que recoge los ensayos literarios de Salinas desde los primeros de 1924 hasta los escritos días antes de su muerte, el 4 de diciembre de 1951. Al acto asistieron sus hijos Solita Salinas de Marichal, a cuyo cuidado ha estado la edición, y Jaime Salinas, director general del Libro. Presidió el acto Jesús de Polanco, presidente de Taurus, la editorial que ha publicado la obra. El poeta Dámaso Alonso, prologuista de Ensayos completos, no pudo asistir por encontrarse enfermo.

Ensayos completos no es sólo un importante objeto de análisis para los estudiosos de la obra de Pedro Salinas, sino que también constituye una espléndida guía literaria. Desde el Cantar de Mío Cid hasta el Cántico de Jorge Guillén o un libro completo de Rubén Darío son algunos de los textos que componen los tres volúmenes de la obra presentada.Los ensayos están recogidos en un doble orden cronológico y temático y en la obra se incluyen, entre otros, el libro La realidad y el poeta, la conferencia de 1939 El poeta y las fases de la realidad, el libro dedicado a Jorge Manrique, el libro El Defensor, los escritos recogidos en la obra póstuma Ensayos de literatura hispánica y, en el tercer volumen, algunos ensayos inéditos que terminan con los textos que Salinas escribió sobre sí mismo como poeta. En el acto de ayer, Jesús de Polanco puso de manifiesto su satisfacción editorial por presentar al público español un corpus "apasionado y lúcido" de la obra de Pedro Salinas, y que este era el primero o uno de los primeros actos que este país ofrece al poeta desde que murió.

Carlos Bousoño incluyó al autor de la obra dentro del "expresionismo caracterizado por la expresión modificada", haciendo ver que "es el único poeta que toca casi exclusivamente el tema del amor y demostrando que éste es un buen vehículo para la poesía pura". Destacó también a Salinas como gran prosista y gran crítico haciendo hincapié en su exactitud, claridad y rigurosidad. "Es uno de los pocos grandes críticos que ha dado este siglo, cuyo hechizo siempre fue unido a la precisión y a la claridad para ofrecer lo esencial de la obra literaria". Según Bousoño, Salinas no es nunca ni superficial ni superfluo como crítico.

"Ha habido un injusto silencio en torno al poeta", dijo por su parte Francisco Brines. "Cuando en los años 50 se hacía una poesía testimonial no se supo ver que la de Salinas era una de las más fehacientes" añadió. "Testimonió implacablemente no sólo a sí mismo, sino a su tiempo: la mirada optimista de los años 20, que veía en los logros de la técnica un augurio de felicidad, se trueca en los años 30 en desilusión y en los años de la posguerra en directo rechazo. Hay en Salinas una vuelta a la Naturaleza. El último logro de esa malhadada técnica es la bomba atómica, el Cero. Podemos verle en este sentido testimonial como precursor de algunos grupos de la nueva izquierda, como el pacifista y el ecologista. Tampoco se ha sabido ver, cuando en estos últimos años se ha buscado en la alejada vanguardia rupturas e innovaciones, que Salinas cumple una hazaña dificilísima. Innovar, ya no en la forma, sino profundamente en el tema más tradicional, el amoroso".

Antonio Martínez Sarrión comentó fundamentalmente dos de los últimos ensayos de Salinas que se recogen en el último volumen.

"En el titulado Las cenicientas latinas, o literatura y nacionalismo", dijo Sarrión, "se evidencia la clarividencia del poeta respecto a un cierto papanatismo o chovinismo literario en su crítica a una antología publicada entonces en Estados Unidos que no tenía en cuenta otras culturas. El 90% de la producción literaria mencionada en aquella guía era anglosajona"... "Pedro Salinas hace en ese ensayo una defensa de la literatura latina, reaccionando contra el colonizaje de la literatura".

El ministro de Cultura, Javier Solana, el ministro de Educación, José María Maravall, y el director de la Real Academia de la Lengua Española, Pedro Laín Entralgo, estuvieron presentes ayer en este homenaje a Pedro Salinas.