Escándalo en Italia por el reparto de puestos en el Consejo de Administración de la RAI

La Radio Televisión Italiana, que está celebrando el 30º aniversario de su nacimiento, se encuentra sumida en un debate político que amenaza con paralizarla. Se trata de la existencia de supuestas irregularidades en el reparto de puestos dentro del consejo de administración de la RAI-TV, y se habla de la posibilidad de que el Parlamento nombre un comisario extraordinario que gobierne ese monstruo de más de 30.000 personas.El problema de fondo es político. El consejo de administración de la RAI consta de 16 miembros. Seis de ellos, según la ley de Reforma de la RAI, de 1975, los nombra el IRI, una empresa controlada por el Estado. Esta empresa es propietaria del 90% de las acciones de la RAI-TV. El otro 10% de las acciones está en manos privadas. Y de ahí proviene la primera ambigüedad: que aunque dicha empresa figura como privada es estatal.

Los otros 10 miembros del consejo de administración los nombra la comisión de vigilancia parlamentaria de la RAI, constituida por un grupo de diputados pertenecientes a todos los partidos políticos. La primera bomba ha estallado cuando se ha sabido que los seis nombres que tenía que haber escogido el IRI libremente fueron en realidad presentados por el Gobierno -otros dicen que impuestos- de acuerdo con los partidos que lo apoyan.

Toda la Prensa ha aireado el escándalo y una vez más han sido acusados Gobierno y partidos de "haber invadido las instituciones privadas del país". Incluso hay quien ha pedido la dimisión de los consejeros del IRI, alegando que su nombramiento es anticonstitucional.

Todo esto ha tenido tal repercusión en el mundo político italiano que -al intentar nombrar a los otros 10 consejeros- la comisión parlamentaria de la RAI se ha visto incapaz de llegar a un acuerdo. Los comunistas han pedido que, antes de que se proceda al nombramiento, se convoque al presidente del IRI para que informe a la comisión del Parlamento y diga si es cierto o no que el Gobierno le impuso la lista de los candidatos.

La moción fue votada y rechazada. A este punto, los democristianos, junto con los republicanos, han pedido que se cree un régimen comisarial para la RAI TV. Hay quien impugna la constitucionalidad del comisario, mientras otros piensan que es una maniobra para cubrir los apaños de los partidos que se han repartido la tarta. Otros prefieren ver en ello una maniobra contra el Gobierno Craxi y un ataque a la televisión del Estado por las televisiones privadas.

En las oficinas centrales de la RAI-TV ha tenido lugar una asamblea de más de 1.000 trabajadores de la empresa para protestar contra esta situación.