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El Estado libanés se desmorona

Geidar Aliev, primer vicepresidente de la URSS, visitará Siria

Pilar Bonet

Un alto funcionario soviético, Geidar Aliev, miembro del Politburó del partido comunista y primer vicepresidente del Gobierno de la URSS, realizará la semana próxima una "breve visita de trabajo" a Siria por invitación de las autoridades de este país, según anunció ayer la agencia oficial soviética Tass. La escueta nota difundida no especificaba quiénes eran los interlocutores en Damasco de Aliev, de 60 años y origen musulmán. Los fines de la visita tampoco eran mencionados, pero los observadores políticos en Moscú, de forma unánime, relacionan la visita con el aumento de la tensión en territorio libanés.Siria, que es el principal aliado soviético en Oriente Próximo, recibe armas y apoyo diplomático de la URSS para la defensa de sus intereses en la zona, enfrentados ahora con los de Israel y EE UU. Moscú ha evitado por el momento pronunciarse sobre las partes autóctonas implicadas en el conflicto libanés; sin embargo, la visita que el líder druso, Walid Jumblat, realizó a Moscú el pasado enero por invitación del Partido Comunista de la Unión Soviética se interpreta como un apoyo indirecto a las fuerzas antigubernamentales libanesas, apoyadas por Siria. Por vía de un comentario de la agencia Tass, la URSS ha sugerido recientemente que Líbano debe estrechar su relación con Siria si quiere solucionar su conflicto interno. Por lo demás, los ataques del Kremlin se centran en las fuerzas estadounidenses y en Israel, como partes "inmiscuidas" en un conflicto que "no les atañe".

Fuentes occidentales señalan que la URSS podría. aceptar la presencia de una fuerza multinacional en Líbano distinta a la actual. Un funcionario soviético manifestó recientemente que lo importante de una fuerza de pacificación es su "enfoque de principio", y subrayó que el objetivo de la presencia norteamericana en Oriente Próximo no es resolver los problemas de Líbano, sino el logro de los objetivos de EE UU en Israel.

En el terreno de la política interior soviética, el delicado carácter del viaje de Aliev, antiguo jefe del KGB en Aserbaiyán y considerado un estrecho colaborador de Andropov, supone una importante promoción personal del político y su fogueo en las lides internacionales.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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