_
_
_
_

Nicaragua y la situación centroamericana, temas principales de los múltiples encuentros bilaterales celebrados en Caracas

Mientras Venezuela continuaba celebrando ayer, en un ambiente de esperanza y entusiasmo, la toma de posesión del nuevo presidente de la República, Jaime Lusinchi, los ministros, jefes de Estado y de Gobierno asistentes a las ceremonias mantenían una minicumbre informal en la que ocupó lugar preferente la crisis de Centroamérica. Un desfile militar en el centro de Caracas marcó ayer el homenaje de las Fuerzas Armadas venezolanas al nuevo presidente constitucional. Los diarios comentaban favorablemente el discurso de investidura de Lusinchi, que uno calificaba de "preciso, sincero y honrado", y destacaban su afirmación de que "Venezuela pagará hasta el último céntimo" de su deuda exterior.

Los analistas políticos aconsejan a Lusinchi descartar la política de bombero, de acudir a resolver los problemas más acuciantes, a cambio de una política global, quizá menos popular, pero que dure los cinco años de su mandato y que reforme realmente la estructura económica del país.Algunos advierten una contradicción entre el programa de austeridad anunciado por el nuevo jefe del Estado y sus deseos de alcanzar un pacto social que podría estar en contra de aquellas medidas estabilizadoras.

Felipe González fue informado por Raúl Alfonsín de los dos primeros meses de gobierno de éste y de la estrategia que piensa seguir Buenos Aires en el contencioso de las Malvinas.

A cambio, el presidente español le informó del estado en que se encuentra el tema de Gibraltar. También se entrevistó Felipe González con su colega panameño, Ricardo de la Espriella, con quien, además de asuntos relacionados con el grupo de Contadora, hablaría, sin duda, de los etarras deportados por Francia que veranean en el país caribeño.

El presidente del Gobierno español se entrevistó ayer también con el ministro de Asuntos Exteriores mexicano, Bernardo Sepúlveda, y con el miembro de la presidencia yugoslava que asiste a las ceremonias.

En una conversación con periodistas españoles, Felipe González reiteró sus críticas al informe Kissinger sobre Centroamérica y señaló que considera "un grave error" hablar de paz o guerra cuando sólo la paz es la solución posible.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

'Vía de esperanza'

Calificó el presidente español de vía de esperanza las anunciadas elecciones en Nicaragua, y dijo que confía en que los sandinistas realizarán unas, elecciones limpias y libres, porque lo contrario sería un paso atrás para ellos mismos. Felipe González cree que los sandinistas ganarían esas elecciones, pero, aunque la oposición obtuviese un porcentaje pequeño, ya habría sitio para el pluralismo político en el país, y "se trata de medir la calidad del proceso político, no la cantidad".En cambio, Felipe González no cree que puedan celebrarse en las actuales circunstancias unas elecciones verdaderamente libres en El Salvador, y, si se sigue adelante con la intención de realizarlas, será "un error tremendo".

La situación en Centroamérica es grave, en opinión del Gobierno español, que se refirió a los casos concretos de El Salvador y a la tensión fronteriza entre Honduras y Nicaragua, pero se declaró convencido de que hay que seguir trabajando del mismo modo que lo ha hecho el grupo de Contadora que ha pasado ya a la etapa de propuestas concretas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_