Se suicida el general que mató al obispo ortodoxo de origen español
El general retirado Rafael Román, asesino del obispo ortodoxo de origen catalán Pablo de Ballester, se ahorcó el pasado jueves en la prisión mexicana de Tlalnepantla, donde había sido recluido unas horas antes.La muerte del obispo hizo que el juez encargado del caso anulase su libertad bajo fianza para ordenar su inmediato encarcelamiento. Localizado en un hospital, donde recibía atención psiquiátrica, ingresó en prisión a primeras horas de la mañana. Sus guardianes tenían estrictas instrucciones de vigilarlo de cerca. Poco antes de las seis de la tarde, un recluso descubrió su cuerpo sin vida colgado de unas cuerdas que había amarrado a los barrotes.
Ese mismo día fue enterrado en el cementerio español el obispo, después de unas solemnes honras fúnebres celebradas en la catedral de Santa Sofía, con la asistencia de un cardenal católico y numerosos representantes del mundo cultural mexicano.
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