Los dos atracadores cercados en un monte pueden haber huido a través de un torrente

La Guardia Civil de Pontevedra no ha conseguido detener todavía a los dos atracadores que se refugiaron anteayer en el monte Castrove, del municipio de Meis (Pontevedra), tras un enfrentamiento con cuatro números del instituto armado saldado con la muerte de un cabo por error de un compañero. Los atracadores, un chico y una chica, estaban fuertemente armados y se supone que durante la noche traspasaron el cerco de las fuerzas del orden público caminando por un torrente de la zona, lo que habría impedido a los perros seguir su rastro.Con todo, se cree que van a ser detenidos en las próximas horas dado que la Guardia Civil ya ha identificado a los dos atracadores por las declaraciones del que fue detenido anteayer. Santiago Pérez Pimentel, de 17 años, fue detenido a las 16.30 horas del jueves como coautor con los otros dos jóvenes del atraco perpetrado a la sucursal de la Caja Rural de Ribadumia, de donde se llevaron 400.000 pesetas. El joven, con un largo historial de delitos, entre ellos varios atracos a mano armada, corría por la ladera del monte Castrove, desarmado y completamente empapado a causa de las caídas que sufrió durante su huida, en la que tuvo que vadear varios riachuelos desbordados por las lluvias de los últimos días.

Al parecer, los tres muchachos se habían peleado entre sí y Santiago Pérez Pimentel fue abandonado por sus compañeros, que huyeron en otra dirección con las armas. El joven estaba agotado, pues fue encontrado a 10 kilómetros del lugar donde se produjo el tiroteo, cinco horas más tarde, y sufría una fuerte conmoción nerviosa.

Según fuentes del Gobierno Civil de Pontevedra, los autores del atraco de Ribadumia son los mismos que el miércoles pasado intentaron asaltar la sucursal de la Caja de Ahorros en Mosteiro, ayuntamiento cercano. Los vecinos de la zona creen que los jóvenes huidos tenían que conocer muy bien el terreno para conseguir burlar el cerco policial.