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México desplaza a Arabia Saudí como principal suministrador de petróleo de España

México ha desplazado a Arabia Saudí como principal suministrador de petróleo crudo a España, según confirman las estadísticas de importaciones de crudo correspondientes a 1983, facilitadas ayer. Por otro lado, ambos países están atravesando una verdadera luna de miel en sus relaciones económicas y comerciales, como lo demuestra la firma, la semana pasada, de un acuerdo de cooperación energética para la exploración y explotación conjunta de hidrocarburos.

El convenio de colaboración tecnológica fue firmado en la capital azteca por una delegación del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), presidida por Claudio Boada, y los directivos del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), organismo dependiente de la empresa pública Petróleos Mexicanos (Pemex). El principal objetivo del convenio es el establecimiento de un mecanismo que permita a los dos organismos firmantes colaborar en actividades de investigación y desarrollo de tecnología sobre productos petrolíferos y gasísticos, así como en el campo de la exploración, producción, refino, petroquímica, gases, transporte y comercialización de hidrocarburos.Mediante el convenio, que la parte española desea que se convierta en acuerdo tipo de colaboración tecnológica en el sector energético con otros países latinoamericanos productores de crudo, ha quedado constituido un denominado comité coordinador, compuesto por cuatro representantes de cada organismo, que coadyuva a la instrumentación técnica y evaluación de los alcances de dicho convenio. Estos acuerdos forman parte de las actividades del comité de investigación y desarrollo tecnológico del INH, que cuenta con un presupuesto de unos 2.000 millones de pesetas anuales.

La importancia de las relaciones economicas y comerciales con México se desprende del hecho de que el país azteca se haya convertido, a lo largo de 1983, en el primer suministrador de petróleo crudo de España, sobrepasando ampliamente a Arabia Saudí. Con este país se negocia estos días, además, un acuerdo para incrementar el volumen de tratamiento de maquilas (entregas de crudo para su proceso y posterior envío al país de origen) en las refinerías españolas, según se ha informado a este periódico.

México exportó a España en 1983 un total de 7.519.000 toneladas de crudo, convirtiéndose así en el principal suministrador de petróleo de Españá, antes que Irán (6.815.000 toneladas) y Arabia Saudí (5.110.000 toneladas). Las ventas de crudo azteca se mantuvieron en ese año en relación al anterior, que en un marco decreciente de dependencia del exterior en materia de hidrocarburos como el que experimenta España denota el interés de mantener la estrecha relación con México. Es significativo, en este sentido, que las compras de crudo en Arabia Saudí disminuyeran en el mismo período un 46,8%, mientras que las generales bajaron un 2,3%.

Caída de las importaciones

El total de crudo importado por España para consumo doméstico fue de 39.210.000 toneladas, frente a las 40.147.000 toneladas de 1982. Lo más resaltable de la estructura de compras de petróleo en el pasado ejercicio es la considerable disminución (un 13,7%) de la dependencia de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Esta tendencia refleja una política específica de los responsables de las compras de crudopor disminuir la vulnerabilidad española frente a suministradores considerados, en algunos casos extremos, como inestables.Por el contrario, las compras procedentes de países africanos y latinoamericanos, así como de los productores del mar del Norte, especialmente del Reino Unido y de la Unión Soviética, han aumentado considerablemente en el ejercicio. Fuentes solventes señalan que el año 1983 ha acusado de forma muy marcada la voluntad de reducir la dependencia española del crudo procedente de Oriente Medio, con vistas a buscar en otros suministradores una compensación comercial, difícil en los países árabes, por las adquisiciones de petróleo. El caso más evidente es el mantenimiento de las relaciones con México y la búsqueda de nuevos suministradores como el Reino Unido, Omán, Angola, etcétera.

La disminución global de las importaciones se debe, aparte del ahorro, a la mayor producción nacional de crudo (las exploraciones de Hispanoil se contabilizan como producción interior), que se incrementó un 94,7% en el ejercicio. La producción interior fue de 2.977.000 toneladas, frente al millón y medio de 1982.

Un aspecto resaltable de las actividades refinadoras en dicho año fue, por otro lado, la considerable actividad maquiladora. Para este propósito se adquirieron 44.681.000 toneladas, un 0,8% más que el año anterior. Este reprocesamiento de crudo para consumo exterior permitió a las refinerías españolas mantener un porcentaje apreciable de ocupación, que permitió reducir el impacto de la crisis mundial del sector.

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