América Central debe recibir soluciones políticas, según un informe anti-Kissinger
Sin una solución política previa, la ayuda económica y militar que propone el informe Kissinger para los países de Centroamérica sólo contribuirá a reforzar las actuales oligarquías políticas y militares. Tal es la conclusión política que expresa el informe, de 300 páginas, elaborado por el instituto Carnegie Endowinent for International Peace, liberal, que mañana lunes aparecerá en las librerías de Estados Unidos.Este organismo de estudios políticos, tradicionalmente vinculado al Partido Demócrata estadounidense, niega que el documento pretenda ser la contrapartida al trabajo encargado por el presidente Ronald Reagan al grupo de 12 personalidades políticas que dirigió el ex secretario de Estado Henry Kissinger.
Pero el libro del Carnegie circula ya por los pasillos del Congreso norteamericano, donde hay cierto escepticismo entre las filas liberales sobre las posibilidades de aplicar las recomendaciones del informe Kissinger, que solicita una dotación de 8.000 millones de dólares (1,2 billones de pesetas), a destinar en los próximos cinco años a la ayuda económica y militar en Centroamérica.
El nuevo libro se analiza ya en Washington como posible alternativa demócrata a la crisis de Centroamérica.
Centroamérica: anatomía de un conflicto, los 17 autores del trabajo, coordinado por Robert Leiken, concluyen que es necesario "incrementar los esfuerzos de negociación diplomática y política en Centroamérica", sin los cuales no será posible lograr un avance en el desarrollo económico y social en la zona. La simple dotación de créditos o donaciones financieras sólo reforzará los grupos más poderosos en los países centroamericanos, en opinión de los autores del estudio. "Centroamerica necesita un arreglo político para que las propuestas económicas del informe Kissinger puedan realizarse", según Leiken.
No a la CIA
Otro punto de discrepancia fundamental entre el documento del Carnegie y el informe Kissinger radica en la postura hacia el Gobierno sandinista de Nicaragua.Los liberales estadounidenses insisten en la necesidad de soluciones políticas (incluida una negociación global Nicaragua-El Salvador), mientras que el informe Kissinger propone la continuidad de las operaciones encubiertas de la CIA en apoyo de la guerrilla antisandinista. Aunque dos miembros de la comisión Kissinger, el alcalde de San Antonio, Henry Cisneros, y el profesor de la Universidad de Yale Carlos Días-Alejandro, no apoyaron las conclusiones del informe en lo que se refiere a Nícaragua.
Ambos documentos están de acuerdo en el papel primordial que deben jugar los países del grupo de Contadora -integrado por México, Venezuela, Colombia y Panamá- en el litigio centroamericano.
Sin embargo, el documento del Carnegie y el informe Kissinger discrepan sobre la tesis, defendida por el ex secretario de Estado Kissinger, de que un arreglo político necesita refuerzo en la ayuda militar hacia los Gobiernos de El Salvador y Honduras.
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