El Fondo Monetario Internacional anticipa la renegociación de su acuerdo con Portugal
Una delegación del Fondo Monetario Internacional (FMI) negará hoy a Lisboa para negociar en los próximos 15 días con el Gobierno portugués una posible revisión del acuerdo que ambas partes firmaron en julio. La visita coincide con el final de unas jornadas de movilizaciones obreras, en las que han participado 500.000 personas, en contra del actual Gobierno de corte socialdemócrata.
La anticipación de la visita de los representantes del FMI, prevista para marzo, se debe a la preocupación de las autoridades portuguesas por el elevado nivel de recesión económica ya alcanzado y que incluso superó los objetivos impuestos por el FMI en la carta de intenciones que firmó con el Gobierno de Mario Soares.Según fuentes citadas ayer por el semanario Expresso, el Gobierno pretende exponer a la delegación del FMI los costes sociales y económicos que provocará el mantenimiento de las actuales medidas restrictivas, e intentará alterar algunas de las condiciones del acuerdo.
Entre estas medidas se cita una menor presión sobre el crédito, los rendimientos, la inflación y los déficit del presupuesto. Como argumento de persuasión, el Gobierno portugués presentará los resultados obtenidos en la balanza de transacciones corrientes, que alcanzó un déficit de 1.800 millones de dólares en 1983 contra 2.000 millones de dólares impuestos por el FMI.
También las acciones para hacer rentable financieramente a las empresas públicas, como los astilleros navales de Setenava, en que serán despedidos 1.000 de sus 6.000 trabajadores.
A pesar del fuerte crecimiento de la inflación, que alcanzó el 25,5% en 1983, los responsables del FMI centrarán su atención sobre el déficit de la balanza de transacciones corrientes y del Presupuesto del Estado.
Portugal desea aumentar el objetivo programado del déficit de las cuentas con el exterior, establecido en 1.200 millones de dólares, e introducir alguna flexibilidad en el déficit presupuestario previsto para este año, que se fija en el 6% del producto interior bruto esperado. Por otra parte, manifestaciones masivas en 21 ciudades portuguesas culminaron ayer las jornadas de lucha convocadas por la Intersindical, de inspiración comunista, en contra del actual Gobierno de coalición socialdemócrata.
La iniciativa, en la que han participado 500.000 trabajadores según fuentes sindicales, responde al lema "Por una vida mejor. Una nueva política y un nuevo Gobierno". La campaña de movilizaciones se concreta en reivindicaciones contra los despidos, la mejora de condiciones salariales y en pro de las nacionalizaciones y la reforma agraria.
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