El Gobierno mantiene inalterables sus planes sobre reconversión industrial, afirman Miguel Boyer y Manuel Chaves

El Gobierno mantiene inalterables sus planes sobre reconversión industrial, a pesar de las tensiones recientemente surgidas entre el equipo económico y la Unión General de Trabajadores. Así se desprende, al menos, de las declaraciones efectuadas ayer por el ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, y por el responsable de asuntos sindicales de la ejecutiva del PSOE, Manuel Chaves. Ambos confiaron en que las divergencias con el sindicato socialista disminuyan en las próximas semanas, aunque no especificaron cómo podría lograrse esta mejoría del clima entre ambas partes.Boyer, que calificó de "secundarias" las discrepancias que pudiesen existir en el equipo gubernamental de Felipe González -sin referirse en ningún momento a cuáles pudieran ser estos puntos secundarios, admitió que existe una tendencia a la reactivación de la inflación": reconoció que la inflación media del año 1983 podría elevarse al 12,1 % o 12,2%, lo que superaría ligeramente las previsiones del superministro económico. Sin embargo, tampoco rechazó la posibilidad de que los índices de coste de vida para el mes de diciembre se eleven hasta el 12,5 %.

Boyer, que ayer mantuvo una larga reunión con responsables económicos y autonómicos del partido socialista, reconoció como "obviamente penoso" el proceso de reconversión industrial emprendido por su equipo: "No vamos a trivializar ese proceso, que puede levantar discrepancias entre la UGT y el Gobierno. Mi obligación, sin embargo, es buscar que esas discrepancias sean las menos posibles, aunque cada uno tiene sus propios intereses y responsabilidades".

Miguel Boyer minimizó en todo momento los rumores surgidos en las últimas horas acerca de posibles divergencias entre el equipo económico gubernamental y algunos otros miembros del Gabinete e ironizó sobre la petición hecha el pasado jueves por el comité ejecutivo del partido comunista en el sentido de que debe darse un cambio en algunos ministerios económicos: "Tengo la impresión de que no estamos gobernando en coalición con los comunistas", bromeó, antes de afirmar categóricamente que "ni siquiera se ha planteado en el Gobierno la menor tensión por el tema de la reconversión industrial".

Diferencias con UGT

El miembro de la ejecutiva del PSOE Manuel Chaves admitió, por su lado, que "es obvio que existen problemas entre UGT y el Gobierno en temas concretos, sobre todo referidos al grupo Aceriales". Chaves opinó que no parece haber probabilidades de que el Gabinete reconsidere su postura al respecto, aunque confió en que en las próximas semanas pueda remontarse esta situación tensa con el sindicato socialista sin, no obstante, especificar de qué modo podría llegarse a esta solución.Pese al grado de tensión surgido en los últimos días entre el Ejecutivo y la UGT en torno al tema de la reconversión, la ejecutiva socialista, reunida ayer bajo la presidencia de Felipe González, obvió el tema, según afirmó su portavoz, Guillermo Galeote. En cambio, la ejecutiva del PSOE escuchó un informe del ministro de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch, en torno al borrador del anteproyecto de la futura ley de Sanidad. De acuerdo con Galeote, Lluch no se refirió en ningún momento a los conflictos internos surgidos en su departamento en torno al Insalud ni a los retrasos en el calendario legislativo de este ministerio.