La CEE prorroga el régimen de cuotas de producción siderúrgica

Los ministros de Industria de los diez decidieron ayer prorrogar hasta el 31 de diciembre de 1985 el régimen de cuotas a la producción de acero, ante la crisis del sector. No lograron, sin embargo, ponerse de acuerdo sobre una limitación de las exportaciones de chatarra a países terceros, que hubiera forzado a España a discutir su reestructuración siderúrgica. Por otra parte, se prepara un, nuevo enfrentamiento transatlántico en torno a las importaciones estadounidenses de aceros al carbono.Los precios de la chatarra se han disparado. Italia y Dinamarca querían limitar las exportaciones comunitarias. Italia depende en un 63% de los otros países de la CEE para su abastecimiento de chatarra, que da vida a un 53% de su producción total de acero. Para frenar los precios, nada mejor que frenar las exportaciones.

Según un experto, España importa tres cuartas partes de las exportaciones totales de chatarra de la CEE, es decir, unos tres millones de toneladas al año. Contingentando estas exportaciones, según esta versión, la CEE forzaría la mano a la reestructuración española. España, por su parte, espera que la CEE haya fijado un calendario preciso para las negociaciones de adhesión -que pueden estar próximas- antes de abordar en Bruselas las disciplinas preadhesión, siendo una de las principales la reestructuración siderúrgica. Respecto a la chatarra, la CEE insta a una vigilancia intensiva de las exportaciones, que en caso de necesidad podría llevar a medidas concretas.

Planes españoles

Los planes oficiosos del Gobierno español proyectan una reducción de la capacidad de producción bruta de acero en España de un 14,5%. La reducción media en la CEE, según los planes de la Comisión Europea, será de un 16,7%. ¿Considerará la CEE el esfuerzo español? Para finales de 1985, todas las empresas europeas siderúrgicas han de ser rentables sin ayudas, según los planes de la comisión. Los países miembros han de presentar sus planes de reestructuración del sector antes del próximo martes. Francia y el Reino Unido llevan visos de llegar tarde a la cita, por lo cual pueden quedarse sin ayudas.

Un eje fundamental de esta política de reestructuración siderúrgica en la CEE es el régimen de cuotas a la producción -por países, productos y empresas-, impuesto por primera vez en 1980 para mantener los precios y la distribución del mercado ante la crisis manifiesta del sector. Los diez decidieron ayer prorrogar este régimen por dos años. Una decisión difícil. Italia pedía una cuota suplementaria de 1,2 millones de toneladas de capacidad de producción. Sólo logró, bajo cuerda y en concepto de flexibilidades, 400.000 toneladas suplementarias. Esto le permitirá, al menos para 1984, volver a abrir el tren de bandas de Bagnoli, cerca de Nápoles, en el que ha invertido grandes sumas. Acudirá, sin embargo, al tribunal de justicia de las Comunidades Europeas para exigir 600.000 toneladas más. En este régimen de cuotas a la producción, la Comisión Europea goza de amplios poderes verdaderamente supranacionales.