Un año de Contadora
Las gestiones para la paz que ha protagonizado el grupo de Contadora a lo largo de un año de existencia no han sido suficientes para resolver el conflicto en la zona, pero han supuesto, sin duda, en opinión del autor, el mejor instrumento de mediación frente a la ineficacia de los organismos internacionales preexistentes. El autor de este artículo, embajador de España en Panamá, hace un balance de los logros y las dificultades que corresponden a este primer aniversario del grupo de Contadora.
Hay un radiante lugar en el golfo de Pariarná, famoso por muchos conceptos: la isla Contadora. Según la tradición, era en esta isla ,donde, en tiempos de la colonia, se llevaba el recuento -de ahí su nombre- del producto de las pesquerías de perlas en el árchipiélago a que pertenece la isla, el archipiélago de las Perlas. En años recientes, Contadora se convirtió en paraje turístico, por el que desfilaron las celebridades del cine y de la política: en ella se refugió, durante unos meses, el sha de Persia, en la peregrinación que hubo de emprender tras su derrocamiento. Hoy, Contadora aparece abundantemente en las páginas de los periódicos como emblema de una ardua negociación diplomática, que se propone el restablecimiento de la paz en Centroamérica.La misma frecuencia con que los medios de información se ocupan de las gestiones de Contadora, lo que ya es un indicio de su efectividad internacional, produce, sin embargo, en la opinión pública algún escepticismo sobre los resultados de este proceso diplomático. Se diría que las reuniones, viajes, boletines y declaraciones de Contadora quedan en gestos bienintencionados, pero vacuos, frente a la realidad ininterrumpida de asesinatós, enfrentamientos armados, éxodo de poblaciones, destrucción de riqueza y las restantes crueldades que configuran la guerra civil en que Centroamérica se debate. Parece, por eso, oportuno, al cumplirse un año del nacimiento del grupo de Contadora -la primera reunión se celebró del- 7 al 9 de enero de 1983-, analizar lo que es, en definitiva, Contadora, cuál ha sido su evolución y cuáles son sus perspestivas para el porvenir.
El grupo de Contadora no nació, naturalmente, por generación espontánea. La legitimación de sus buenos oficios se produjo por una serie de circunstancias, la primera de las cuales es la crisis de los organismos internacionales surgidos de la segunda guerra mundial. Ni las Naciones Unidas, predeterminadas por lo que en la jerga internacional se conoce como voto automático, ni la Organización de Estados Americanos, a la que la guerra de las Malvinas asestó un golpe durísimo, ofrecían un foto que inspirara mínima confianza a las partes en el conflicto. Ambos organismos se encuentran atrapados en la confrontación Este-Oeste, de la que se- convierten másfrecuentemente en instrumento que en vía de arreglo. Igualmente, carecían de la suficiente virtualidad propuestas de Estados alejados del escenario de los hechos, como la declaración franco-mexicana; o de grupos totalmente parciales, como los foros de la paz; o de organizaciones ideológicas, entre las que la Internacional Socialista se desvelé y desvela muy sinceramente por el problema centroamericano. Sin que ello suponga,. en absoluto, la descalificación de estos esfuerzos, algunos de los cuales están contribuyendo a resolver el conflicto, pero que no pueden protagonizar la construcción de una base institucional y neutr a de diálogo y concertación como. la que brindan los países de Contadora.Otros interesesPorque en Contadora están presentes los países dé la frontera con Centroamérica (Colombia, México, Panamá y Venezuela), los más inmediatamente afectados por las consecuencias de la conflagración. Ello ayudaría a justificar por qué han ido fracasando intentos sucesivos de asociar a- otros países a Contadora, como fue el caso con la República Dominicana. El primer propósito de Contadora, en efecto, que es muy clásico en la historia de la diplomacia, fue el de reducir el problema a límites y elementos manejables por los protagonistas; en este caso, a límites regionales, y sustraerlo así de la fatalidad histórica de los dos grandes bloques quc se enfrentan en la Tierra.
La primera sesión de Contadora apenas si toca otro aspecto del conflicto centroamericano que este de su aislamiento, mediante la eliminación de factores externos. A lo largo del proceso de Contadora permanece la'misma orientación, pero se enriquece y matiza progresivamente. En la cumbre de Cancún, de 17 de julio, que constituye el ápice doctrinal de este proceso, se, advierte con claridad la evolución. Se opta ideológicamente, de manera irrefragable, en favor de la democracia y de los derechos,humanos. En cuanto a terceros, se reconoce la existencia de que hay "otros Estados con intereses y vínculos en la región"; lo que explicará que los presidentes reunidos dirijan sendas cartas a Ronald. Reagan y a Fidel Castro. Se solicita además, expresamente, el concurso de la comunidad internacional, pues se atribuye buena parte de los logros de Contadora al .apoyo de numerosos países,.diversas organizaciones y los más variados grupos de opinión". Esencial también en la defini ción de Contadora ha sido la preo cupación por limitar la función del grupo a la mediación. Son los Es tados centroamericanos quienes deben resolver sus propios asun tos y mo el grupo de Contadora. El grupo de Contadora les proporcio na contactos, busca su aproxima ción, redacta los documentos que emanar) de los debates, promueve iniciativas. Actúa como una secre taría de paz. Y al servicio de esta función ha dado pruebas de una fértil inventiva en materias de procedimiento. No en balde las grandes batallas diplomáticas-se riñen en tomo al procedimiento, y en el caso que nos ocupa, los ministros centroamericanos han tenido preparadas las maletas para. marcharse ante asuntos como la priondad de los problemas bilaterales o de los generales, o si debía abordarse directamente la redacción de los acuerdos en lugar de encomendar la tarea a comisiones de trabajo. Así, el grupo de Contadora ha tenido que adaptar su técnica a las circunstancias de cada instante. Se ha pasado del hermetismo cauteloso a la publicidad; de los encuentrol del grupo con cada uno de los cancilleres centroamericanos, a las conferencias conjuntas; del tratamiento directo de los problemas, a la creación de grupos técnicos que acopian las distintas opiniones y crean un ambiente propicio.
Paciencia e imaginación
Ha sido un año de paciencia e imaginación del grupo de Contadora: ha habido 12 reuniones del grupo, cinco conferencias conjuntas con los cancilleres centroamericanos, cinco sesiones del comité técnico, una cumbre -de presidentes, giras relámpagos de presidentes, ministros y viceministros... En el aniversario de la primera reunión, el día 8 de este mes, ha quedado firmado por los cinco ministros de Relaciones Exteriores de Centroamérica un documento que recoge las normas para la ejecución de los compromisos asumidos en el documento de objetivos que, como es sabido, traduce en forma operativa la declaración de Cancún. Con ello, concluye la larga y fecunda fase preparatoria y se inicia laejecutiva, habida cuenta del reloj que las normas aprobadas ponen en marcha.
Junto a este resultado importan- te, de fondo, hay que reseñar apre ciables éxitos coyunturales de Contadora, como haber evitado en más de una ocasión la ruptura for mal de hostilidades entre Nicara gua y Honduras; haber enfriado la tensión fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica, con el envío de una comisión observadora; haber reti rado, en ocasiones, y facilitado, en todo caso, el tratamiento de la problemática centroarnericana en los organismos internacionales.
Pero las dificultades no han de- saparecido. La hora de la verdad, no sólo en los toros sino también en la diplomacia, es la más arries gada y dificil. En el caso de Conta dora, esta dificultad genérica se acompaña de otras específicas.
Por señalar dos de envergadura, cuya superación exigirá esfuerzos y tiempo, habría que referirse a la instauración de credibilidad y mu tua confianza entre las partes: lo que conlleva dotar a los acuerdos de mecanismos de control, verifi cación.y arbitraje, que están ya previstos, pero cuyo funcionamiento puede ser una caja de sor presas. Otra obligación suplemen taria consistirá en conseguir que los compromisos que los Gobiernos suscriban sean asumidos por las fuerzas políticas de cada país y por las fuerzas armadas, dadas la estructura y situación de las naciones implicadas. Pero la batalla decisiva para,el futuro de esta notabilísima experiencia diplomática será, en dofinitiva, la de convencer a las partes de que sus derechos e intereses pueden prote ,gerse mejor mediante una negociación en profundidad que mediante un la guerra en extensión creciente. Comencé este artículo por una nota geográfica sobre Contadora y es apropiado terminarlo con una apostilla de la misma índole. Sólo la primera reunión del grupo se realizó en la isla de Contadora. Casi todas las restantes se han celebrado en Panamá, que bien merece, por este y tantos otros títulos, llamarse capital de paz.
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