El director del periódico italiano 'Corriere della Sera', condenado a cinco meses de cárcel por difamación al partido socialista

Alberto Cavallari, director del Corriere della Sera, ha sido condenado por un Tribunal de Roma a cinco meses de cárcel y a una multa de 10 millones de pesetas, por difamación al Partido Socialista Italiano (PSI). El periodista, en la misma sentencia, ha sido absuelto de la otra acusación de difamación contra el diputado socialista Salvo Ando. Los jueces han considerado que las palabras de Cavallari contra el diputado se habían escrito "en un estado de ira determinado por las afirmaciones hechas precedentemente por el querellante".El 8 de abril del año pasado Cavallari publicó un editorial en el que arremetía contra el diputado Ando, como respuesta a unas declaraciones del secretario general del PSI, Bettino Craxi, que estuvo presente en el juicio, en las que afirmaba que el nombramiento de Alberto Cavallari como director de Corriere della Sera había sido promovido por el dúo Gelli-Ortolani, los dos principales personajes de la logia secreta P-2.

Cavallarí afirmó en el editorial, titulado Difamación, que "no estaba dispuesto a sufrir linchamientos de tipo fascista", y acusó al diputado socialista de mafioso. Añadió que el PSI "tiene en curso varias cavisas penales pendientes en Turín y en otras partes, en relación con problemas del Estado y de la Administración pública".

Sobre la sentencia, Cavallari ha comentado que su absolución por difamación al diputado constituía un triunfo a favor del diario, y respecto a la condena se ha limitado a decir que no conocía las argumentaciones del Tribunal y que está dispuesto a recurrir al Tribunal Supremo.

El partido socialista, a través del diputado Francesco Tempestini, ha comentado que "la condena del director de Corriere della Sera representa la confirmación de lo que los socialistas llevan afirmando desde hace tiempo por lo que se refiere al abuso de la profesión periodística". En el fondo de toda esta cuestión, que como han afirmado muchos periodistas hubiese sido mejor resolver mediante "un debate político que ante un tribunal penal", está una vieja polémica entre Cavallari, acusado de ser filocomunista, y el partido socialista. Desde que aquél asumió la jefatura del Corriere della Sera el partido socialista le acusó de impulsar un ataque frontal y cotidiano, a través del periódico que dirige, contra el socialismo italiano.

Tampoco puede olvidarse que este diario, que ha pasado un auténtico calvario -tras haberse visto en el ojo del huracán creado por el escándalo de la logia P-2, habiendo sido encarcelados sus propietarios, los Rizzoli, destituido el director Di Bella y en abierta fuga al periódico Repubblica sus mejores plumas-, está en este momento buscando un propietario que le devuelva su independencia y prestigio.