La 'cumbre' de Casablanca, concluye pidiendo a Egipto que vuelva al seno de los países islámicos
Con una resolución de compromiso, entre otras varias, que invita a Egipto a reintegrarse a la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), "a condición de respetar sus estatutos y principios", concluyó anoche en Casablanca, con 24 horas de retraso, la cuarta cumbre de países Islámicos, iniciada el lunes pasado.
Esta decisión, sobre la cual el Gobierno egipcio se pronunció ayer mismo a través del consejero del presidente Hosni Mubarak, Oussama el Baz, quien recalcó que "Egipto no admite ninguna condición para su reintegración", fue elaborada por una comisión integrada por Guinea, Pakistán y Siria; los dos primeros países son partidarios del pleno retorno de Egipto, y el tercero se opone. Libia abandonó la cumbre, acusando a sus organizadores de haber llevado a cabo una operación de inspiración norteamericana.Una délegación de la Conferencia Islámica viajará, no obstante, a El Cairo para discutir con el Gobierno Mubarak las condiciones de la readmisión de Egipto. La resolución aludida, que es el resultado de las dos tendencias que se han enfrentado a lo largo de la cumbre, monopolizando casi las últimas 48 horas de debate, parece estar destinada a convertirse en tan simbólica y testimonial como otras aprobadas.
La adhesión expresa de Egipto a los principios y estatutos de la OCI que se le pide, que implica que ninguno de los miembros de la organización debe mantener relaciones diplomáticas uo'tras con Israel, representa por sí sola un obstáculo de envergadura para el objetivo que la resolución pretende cumplir. La quinta cumbre islámica se celebrará en 1987 Kuwait, y su reunión preparatoria tendrá lugar en Yemen del Norte, donde se elegirá alhuevo secretario,general de la Conferencia Islámica.
Lo más notable de esta cuestión, que después de haber sido oficialmente descartada del orden del día de la cumbre la ha monopolizado, ha sido la defensa del restablecimiento de Egipto en su lugar entre las naciones islámicas y árabes realizada por el líder palestino, Yasir Arafat, "debido a los sacrificios llevados a cabo por Egipto por la causa palestina y árabe".
Con la misma dosis de irrealismo, la conferencia expresó su apoyo al plan árabe para Oriente Próximo, llamado originalmente plan Fahd, luego plan de Fez, y ahora plan islámico, con lo cual, según se afirma en medios oficiales de la conferencia, éste recibe ahora el respaldo de los 600 millones de musulmanes. Respaldo, ni que decir tiene, aleatorio, ya que los verdaderos interesados y con influenciáen el conflicto de Oriente Próximo no asisten a esta cumbre, y las negociaciones reales parecen encaminarse más hacia el plan Reagan, que tiende a lograr una autonomía para los palestiños, bajo la égida mancomunada de la OLP y Jordania.
La otra, información de importancia fue ayer la escala, para un almuerzo de trabajo, que efectuó en Argel, a su regreso hacia Túnez, el presidente de Tunicia, Habib Burguiba. Este viaje, que, según comentaba la Prensa tunecina ayer estaba previsto desde antes de que Burguiba saliera de su país para Casablanca, ya ha suscitado especulaciones en los pasillos del hotel Meridien de Mohammedia, donde se encuentra "confinada, aislada y olvidada la numerosa Prensa extranjera que vino a Marruecos con la intención de cubrir la cumbre".
Se cree, probablemente sin razón, que el presidente tunecino medió entre Chadli Benyedid y el rey Hassan II, y en Túnez y Argel se hacía hincapié ayer en la fidefidad a la construcción del gran Magreb de los presidentes Benyedid y Habib Burguiba.
Como símbolo de las contradicciones y obstáculqs que encuentra en su camino ese gran Magreb se puede citar que, mientras desde Argel se hacía ayer hincapié en la irritación causada a los argelinos por la voladura del oleoducto hacia el Mediterráneo -que pasa por Tunicia, y de lo cual el Gobierno de Túnez inicialmente culpó al régimen de Muamar el Gadafi- una delegación libia de 28 miembros, presidida por el responsable del Comité Popular para la Planificación, Fauzi Achachuki, llega hoy a Marruecos para preparar la reunión de la "gran comisión mixta libio-marroquí".
La reunión que comenzará este mismo mes en Marruecos servirá para poner en marcha los múltiples proyectos de cooperación económica y social que, como una paradoja más en las relaciones interárabes, han concluido marróquíes y libios.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Hosni Mubarak
- Declaraciones prensa
- Países árabes
- Diplomacia
- Siria
- Libia
- Egipto
- Jordania
- Pakistán
- Relaciones internacionales
- Geopolítica
- Magreb
- Estados Unidos
- Política exterior
- África
- Gobierno
- Asia
- Gente
- Administración Estado
- Organizaciones internacionales
- Administración pública
- Relaciones exteriores
- Política
- Oriente próximo