Cuatro años de autogobierno

Tras las pasadas elecciones autonómicas, celebradas el 9 de marzo de 1980, en las que el PNV se convirtió en fuerza mayoritaria, se constituyó en Guernica, 20 días después, el primer Parlamento vasco, con la ausencia de los 11 diputados de Herri Batasuna. La coalición había anunciado su intención de no intervenir en dicha institución, por considerar que las reivindicaciones del País Vasco no tienen solución en el seno del Parlamento.El 29 de abril se constituyó, en la Diputación Foral de Vizcaya, el Gobierno monocolor peneuvista. En la primera sesión del Parlamento, celebrada un mes después, se aprobó la ubicación de las instituciones en Vitoria, que se convirtió en capital oficial de la comunidad autónoma vasca.

A los ocho meses de mandato, el Gobierno vasco registró las primeras discrepancias con el Gobierno central, entonces presidido por Adolfo Suárez, sobre el desarrollo estatutario. A pesar de todo, el primer traspaso de competencias en carreteras, policía autónoma y en materia de educación fueron, junto a la firma del concierto económico, "lo más positivo del primer año de gobierno".

En febrero de 1981 quedaron paralizadas las obras de Lemóniz, después de que ETA Militar asesinara al ingeniero José María Ryan. El PNV insistía en la necesidad de poner en marcha la central y el Gobierno vasco comenzaba a solicitar una consulta popular sobre el futuro de Lemóniz.

En julio de 1981 se firmaron los pactos autonómicos entre UCD y PSOE, que motivaron. las tensiones más fuertes vividas entre los Gobiernos vasco y central. En octubre del mismo año el Ejecutivo autónomo encabezaba, por primera vez, una manifestación de protesta, a raíz de la tramitación de la ley orgánica Armonizadora del Proceso Autonómico (LOAPA).

En marzo de 1982, tres meses después de que el Parlamento vasco hubiera visto denegada su solicitud al Gobierno central de celebrar una consulta popular sobre el futuro de Lemóniz, las dos administraciones firmaban los acuerdos energéticos, por lo; que el Gobierno vasco se comprometía a crear el Ente Vasco de la Energía y a asumir importantes responsabilidades para la puesta en marcha de la central. Sin embargo, 10 días después de que los técnicos se reincorporasen a su trabajo, ETA Militar volvió a matar a otro ingeniero, Ángel Pascual, uno de los candidatos idóneos del Gobierno vasco para asumir el cargo de diredor técnico de Lemóniz. Desde entonces la central no ha vuelto a funcionar.

La polémica ley de Territorios Históricos ocasionó, en mayo de 1982, tensiones internas en la familia nacionalista, hasta el punto de provocar, como consecuencia indirecta, la dimisión de dos consejeros del Gobierno vasco.

Después del balón de oxígeno que recibió el Gobierno vasco al conocer la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la LOAPA (favorable, parcialmente, a sus tesis), tuvo que afrontar los problemas ocasionados por las recientes inundaciones. Las pérdidas ocasionadas por la catástrofe han obligado al Gobierno vasco a incrementar de forma espectacular el presupuesto previsto para el ejercicio del presente año.