El presidente del Gobierno vasco convoca las elecciones a la Asamblea autónoma para el domingo 26 de febrero

Las elecciones al Parlamento vasco se celebrarán el próximo día 26 de febrero, según anunció ayer públicamente el presidente del Gobierno autónomo, Carlos Garaikoetxea. La psicosis de cierre de legislatura que predomina en las instituciones fue una de las razones fundamentales esgrimidas por el lendakari para justificar la elección de la fecha. En la tarde de ayer, después de haber recibido al embajador de Estados Unidos, Thomas O. Enders, y de haber celebrado una conferencia de prensa, Garaikoextea firmó el decreto de disolución de la Cámara vasca. La campaña electoral, que tendrá 15 días de duración, comenzará el 10 de febrero.

El Ejecutivo vasco aprobó el decreto de disolución del Parlamento en la reunión celebrada el lunes, que tanta expectación había suscitado entre los partidos políticos. Nada más finalizar la sesión, a últimas horas de la tarde, el lendakari comunicó su decisión al presidente del Parlamento, Juan José Pujana, para que éste, a su vez, diera la noticia, que fue acogida sin sorpresa alguna, a los miembros de los grupos con representación en la Cámara autonómica.Durante la mañana de ayer, mientras Juan José Pujana se ponía en contacto con los portavoces de los grupos parlamentarios y Carlos Garaikoetxea recibía al embajador de Estados Unidos, el portavoz del Gobierno vasco, Pedro Miguel Etxenikoe, anunciaba a los medios informativos la fecha de convocatoria de las próximas elecciones. Sin embargo, el acto informativo quedó dividido en dos partes, ya que el lendakari decidió, en el último momento, comparecer ante los periodistas para anunciar su decisión.

Una de las razones fundamentales que expuso Garaikoetxea para explicarla convocatoria del próximo 26 de febrero -que supone "un ligerísimo adelanto de días" en relación a la fecha en la que se celebraron los comicios autonómicos hace cuatro años (9 de marzo)- fue la "sensación de cierre" de un período, que, según él, se palpa en muchos ambientes de la comunidad autónoma.

Coincidió con la oposición, en este sentido, al enumerar las tres razones que le han influido a la hora de tomar la decisión de convocar para el último domingo del mes de febrero, ya que él también opina que "el cumplimiento básico de la legislatura está expirando".

Evitar la refriega

El agotamiento real de su mandato, la coincidencia de las vacaciones parlamentarias y el "clima de cierre de legislatura" fueron las razones expuestas por Carlos Garaikoetxea. Tras reconocer que la primera legislatura del Gobierno autónomo "está llegando a su término", el presidente del Ejecutivo resaltó que, dada la psicosis existente, ha aprovechado las vacaciones parlamentarias del mes de enero para anunciar la convocatoria de elecciones. De no haberlo hecho ahora se hubieran reanudado los trabajos en el Parlamento, en donde no queda pendiente de aprobación ningún proyecto de ley de trascendencia, y ello sólo hubiera supuesto, en su opinión, "dar oportunidad a una refriega electoral, y un clima de este tipo no es el mejor consejero para el desenvolvimiento normal de las actividades institucionales",

El escrupuloso silencio que ha mantenido el lendakari durante las últimas semanas no estaba motivado por otra razón que la de no dar oportunidad a otros partidos políticos a que comenzasen la campaña antes del período previsto, según se desprende de sus propias declaraciones. Según Garaikoetxea, no era necesario "estimular el fin de la legislatura", ya que un anuncio anticipado supone legitimar el comienzo de la contienda electoral.

La campaña electoral, según prevé la ley, aprobada en el Parlamento el pasado mes de diciembre, tendrá 15 días de duración; comenzará el 10 de febrero para finalizar el 24 del mismo mes. Por primera vez el Gobierno vasco será el encargado de coordinar y dirigir todo el proceso de escrutinio de votos, que correrá a cargo de la Consejería de Interior. El próximo 26 de febrero 1.538.133 ciudadanos vascos, con derecho a voto, tienen una cita con las urnas para elegir a los 75 miembros del Parlamento vasco, 15 más que los que ha tenido hasta el presente.