Rogers desmiente haber ordenado que se abriera una investigación sobre su adjunto en la OTAN

El general norteamericano Bernard Rogers, comandante en jefe de las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Europa, desmintió ayer categóricamente las informaciones según las cuales ordenó a la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) la apertura de una investigación sobre la vida privada de su destituido adjunto, el general alemán Günther Kiessling. Rogers y Kiessling mantuvieron discrepancias sobre la reducción del armamento táctico nuclear de la OTAN.El general Kiessling, el militar de más alta graduación,del ejército de la República Federal de Alemania (RFA), pasó discretamente a la reserva en diciembre de 1983 porque, según el Ministerio de Defensa de la RFA, "se había convertido en un factor de riesgo".

El Ministerio de Defensa alemán occidental presentó en apoyo de su decisión el informe de "un organismo" no especificado en el que se denunciaba la presencia asidua del general Kiessling en clubes frecuentados por homosexuales, lo que le convertía en fácil objetivo de chantajes que pudieran poner en peligro la seguridad occidental.

Según el abogado de Kiessling, el ministro de defensa de la RFA, Manfred Wöerner, le ha precisado que su defendido fue destituido porque era un homosexual.

El Ministerio de Defensa de la RFA manifestó días atrás, al estallar el escándalo, que el propio general Kiessling había solicitado ser pasado a la reserva por sus discrepancias con su jefe inmediato, el general norteamericano Rogers.

Kiessling se había mostrado partidario de una reducción del armamento nuclear táctico de la OTAN, a lo que se oponía el general Rogers. Un largo comunicado del general Rogers, difundido ayer por el servicio de información del cuartel general aliado en Europa, afirma que "jamás ha pedido ni sugerido cualquier acción para provocar o falicitar la retirada de Kiessling de su cargo".