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Reportaje:Análisis de los cuadros de mando militares / 3

La ley de Plantillas facilitará que se acoplen ascensos a los destinos en unidades armadas

El proyecto de ley de Plantillas del Ejército de Tierra aprobado por el Gobierno para su remisión al Congreso pretende, por primera vez después de 50 años, fijar las existencias de generales, jefes y oficiales en los distintos empleos. La cifra para cada uno de los grados se ha definido de acuerdo con las unidades que constituyen la fuerza en armas, con los organismos que integran su Apoyo -Administración, Centros de Formación y Enseñanza, Logística, Material e Infraestructura- y con los propios del Cuartel General.

Hasta ahora sólo había definidas unas plantillas meramente presupuestarias, sin consonancia lógica con las funciones reales a desarrollar. Además, la aplicación de la ley de Clasificación de Mandos y Regulación de Ascensos de diciembre de 1981 y de su decreto complementario de 15 de octubre de 1982 casi duplica el número de coroneles de las armas de Infantería, Caballería, Artillería e Ingenieros computados en 1983 (ver EL PAIS del 5 de enero de 1984), y lleva la cifra de los integrados en el grupo de mando hasta el millar durante un período de tiempo previsible que sobrepasa el año 2000.En espera de ofrecer un resumen global de los destinos que ocupan según las referidas escalillas los generales, jefes, oficiales y suboficiales de las armas combatientes, el cuadro número 1, que figura en esta misma página, presenta un estadillo de los regimientos y batallones de las armas de Infantería, Caballería, Artillería e Ingenieros y de los Estados Mayores de División y Brigada así como de las Agrupaciones y Grupos Logísticos y especifica los mandos de coronel y teniente coronel que corresponden por armas, o con independencia si el puesto requiere el diploma de Estado Mayor o no está especificado.

Las cifras así obtenidas deberían incrementarse para cubrir las necesidades totales con los mandos de los Centros de Instrucción de Reclutas (CIR) y de los centros de Formación y Enseñanza. Además, si se considera que la permanencia en un destino para alcanzar eficacia debe extenderse a un período de dos años, las cifras del cuadro 1 se pueden multiplicar por tres para hacer posible que los jefes acudan a los cursos de mandos superiores, desempeñen las agregadurias militares y queden afectos a otros servicios para los que son requeridos.

El resultado de este cálculo define unas necesidades de plantilla de 363 coroneles y 708 tenientes coroneles que, respecto a las existencias reflejadas en las escalillas de 1983, de 533 coroneles y 1.386 tenientes coroneles, arrojan un exceso de 170 coroneles y 678 tenientes coroneles. Pero la situación se agravó a lo largo del transcurso de 1983, al reproducirse los ascensos garantizados por la ley de Clasificación, que han llevado el número de coroneles de las armas casi al millar.

Hasta ahora los ascensos, una vez superadas las pruebas o cursos de capacitación que habilitan para los mismos, según los diferentes grados, se han venido produciendo al cumplirse los tiempos máximos de permanencia en el empleo establecidos en la tabla correspondiente.

El decaimiento natural

Bajo estos supuestos no puede en rigor hablarse de la pirámide de mando porque el perfil que se contempla es casi un rectángulo que tiene por base y por cúspide el número de tenientes que reciben sus despachos en las sucesivas promociones de la Academia General Militar (AGM) de Zaragoza, del que sólo se descuenta un 7% u 8% que no llega al empleo de coronel por razones que en el argot llaman de "decaimiento natural".

Con la ley de Clasificación de Mandos y Regulación de ascensos en la mano, el número de coroneles se deduce en cada momento no en función de las unidades encuadradas sino de la amplitud de las sucesivas promociones de la AGM. Con independencia de que hubiera las mismas o incluso menos unidades, tal como prevé el plan de Modernización del Ejército de Tierra (Meta), el número de coroneles seguiría el resultado mecánico de la magnitud de las promociones de Zaragoza.

El legislador pensó que, al garantizar en las condiciones señaladas el ascenso de todos los oficiales hasta el grado de coronel, ofrecía una satisfacción moral. En la práctica, los ascensos han supuesto para muchos el perjuicio de una disminución en sus haberes, al dejar de percibir los complementos de destino y servicios, y han trocado la función efectiva desempeñada en el empleo inferior por otra situación flotante.

El proyecto de ley de Plantillas entra abiertamente en colisión con la ya citada Ley de Clasificación de Mandos y Regulación de Ascensos. Esta última norma redujo en 6 años la vida militar activa de coronel para abajo, mientras intentaba ofrecer la compensación de promoverles a todos hasta coronel, pero esa meta ya no será alcanzable una vez fijadas las plantillas por ley.

Muchos jefes que ven alteradas negativamente sus expectativas no discuten la necesidad de la norma que se anuncia, aunque estimen que en la práctica supondrá determinadas mermas sobre situaciones que se consideraban consolidadas, es decir, que de su vigencia se desprenden efectos retroactivos nada favorables en el ámbito de sus intereses personales.

La denuncia del general Pavía según la cual "los ministros de la Guerra y de la Marina no son de la nación, sino de sus cuerpos respectivos, hacen causa común con sus subordinados por decoro mal entendido y perjudicial, y se creen en el deber sagrado de defenderlos aunque estén convencidos hasta la evidencia de que no tienen razón sus representados" ha dejado de tener validez.

Peso muerto

La modernización que ahora se acomete no resuelve el problema de la fidelidad democrático-constitucional del Ejército. En el más inteligente balance de la reforma de Azaña se ha señalado cómo muchos de los que entonces se retiraron eran un peso muerto que lastraba la actividad militar, pero también una garantía de displicente obediencia,

El cuadro 2 intenta perfilar un modelo de carrera militar, tal como se deduce de las escalillas de 1983 referentes a las armas de Infantería, Caballería, Artillería e Ingenieros. Para establecer los tiempos de permanencia en los distintos empleos se ha ponderado el que llevan en él quienes se encúentran en cabeza de cada uno de ellos. La definición precisa del modelo diferenciado para cada una de las armas no añade muchos matices pero será abordada en próxima ocasión.

El Rey, en su discurso de la Pascua Militar, subrayó ayer ante la representación de las Fuerzas Armadas que "es preciso colaborar a estas reformas, sin dudas ni reservas, porque la modernización de los Ejércitos no es más que una faceta de la que también en otras áreas requiere la Nación" y expresó su confianza en que las medidas anunciadas por el ministro de Defensa "conduzcan en definitiva a la consecución de unas Fuerzas Armadas cada vez más eficaces, más adecuadas a los fines que les corresponde cumplir y más satisfechas de su propia utilidad en la defensa de la paz".

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