La Unión Soviética anuncia una amplia reforma de su sistema educativo

La Unión Soviética se dispone a introducir importantes cambios en su sistema educativo a fin de mejorar el rendimiento de las 142.00 escuelas primarias y secundarias que existen en el país. La inmensa mayoría de los diarios soviéticos ha publicado en sus primeras páginas el nuevo plan preparado por el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que prevé que se rebaje a los seis años la edad de escolarización y se ponga mayor énfasis en la enseñanza del ruso. Muchos niños de las 15 repúblicas que componen la Unión Soviética hablan defectuosamente el ruso y cursan sus estudios en sus lenguas nativas.

El jefe del Estado de la Unión Soviética, Yuri Andropov, criticó, en una reunión del Comité Central del partido celebrada el pasado mes de junio, el actual sistema escolar y denunció que muchos maestros no tienen el nivel mínimo, lo que provoca que muchos jóvenes reciban una educación insuficiente.La reforma del sistema educativo alcanzará tanto a los maestros como a los jóvenes. Los maestros deberán cursar cinco años de estudios en vez de cuatro, y el nuevo plan exige a los futuros maestros que empleen en las clases los símbolos del Estado, el himno, la bandera y los emblemas de la Unión Soviética.

La intensificación de la propaganda política supone el desarrollo, a través de la educación escolar, del "patriotismo soviético y del internacionalismo proletario", así como el "aumento de la vigilancia frente al imperialismo".

Esta "vigilancia frente al imperialismo" es necesaria, según el proyecto publicado por la Prensa soviética, por el "candor político" de los jóvenes, que se sienten atraídos por valores ajenos al socialismo.

El texto publicado no menciona en ningún momento el tema de la educación sexual, que había sido incluido este año de forma experimental en los respectivos programas de enseñanza. En este sentido se limita a recordar la necesidad de transmitir desde la "edad más temprana" los conceptos de salud e higiene, ya que el niño "debe conocer su cuerpo".

El proyecto plantea también la necesidad de que se revisen los libros de texto, que deben emplearse más en las aulas y en los domicilios, donde los niños prefieren contemplar la televisión.