Savater y Euskadi

Me he decidido a escribir esta carta después de leer en este periódico, el día 25 de diciembre de 1983, el artículo de F. Savater titulado Euskadi, como cuestión de Estado. No lo hubiera hecho si dicho artículo simplemente hubiera sido una serie de comentarios, ideas y visiones particulares de Savater sobre la cuestión de Euskadi, y no se dedicara a utilizar la tergiversación, la manipulación, la confusión de ideas intencionadamente, para explicar sus teorías. Y como bien dicen, para muestra un botón:1. Utilizar el nombre de Bergamín en apoyo de sus "lúcidas" ideas, diciendo que vio muy bien eso de que el independentismo vasco es muy español, cuando creo yo que cualquier coincidencia entre Savater y Bergamín es pura ilusión. Ya conocemos todos la actitud, clara y sin ambigüedades, de este último en apoyo de la liberación nacional y social de Euskadi.

2. Cuando se refiere a la estructura de HB, la denomina conservadora-marxista-leninista. Aquí, la lucidez, de Savater llega a cuotas insospechadas. HB es una coalición electoral donde están integrados dos partidos políticos y personas independientes, y que en nada se parecen al ideal marxista-leninista, que habla de la vanguardia del proletariado como partido único que dirige a la clase trabajadora. Sobre el conservadurismo de HB, sin comentarios.

3. Se refiere a HB y al PNV como partidos que viven de agravios pasados y magnificación de los presentes. Parece que para nuestro fluminado Savater, incansable luciliador por la paz, las torturas y malos tratos que casi diariamente sufren las personas detenidas en Euskadi, redadas indis-

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criminadas, apaleamientos en manifestaciones, etcétera, todo eso y más son agravios pasados y magnificación de errores presentes.

4. Savater, el manipulador, dice que Marx y Engels despreciaban a los pueblos y negaban sus luchas por la independencia en su época. Me gustaría que hubiera añadido alguna cita de estos autores en apoyo de lo que dice, pues yo no la he encontrado. Al contrario, se destacan como firmes defensores de la independencia de Irlanda; no autodeterminación, sino independencia. De lo que sí estaban en contra era de los procesos de liberación nacional en sociedades reaccionarias, como el caso de Euskadi en el siglo XIX.

5. Por último, algo que me ha llamado la atención sobre las supuestas intenciones humanitarias de Savater y su aparente postura contra la represión policial es meter en el mismo saco de ETA acciones del grupo político-militar, como los secuestros de Martín Barrios y de un empresario del PNV; y seguro que no lo hace por desconocimiento. Cualquiera que haya viajado a Euskadi o siga en profundidad la cuestión de Euskadi sabrá que la única ETA existente es la militar; que las acciones de los polimilis, autónomos e Iraultza no tienen nada que ver con la clara y definida línea política de ETA en torno a los puntos de KAS. El hablar de la banda de ETA al referirme a los distintos grupos que practican la lucha armada no es más que obedecer a uno de los puntos de actuación que recoge el plan ZEN para confundir y manipular.

Para finalizar, espero que este periódico siga en su honesta línea crítica a algunas actuaciones del actual Ministerio del Interior./