EE UU confirma su retirada de la Unesco si ésta no abandona su "política antinorteamericana"

Estados Unidos anuncié ayer oficialmente su intención de retirarse de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), pero dejó una puerta abierta a volver si esta organización "abandona su política antinorteamericana".El secretario de Estado adjunto encargado de las organizaciones internacionales, Gregory Newell, reconoció que su país no tiene muchas esperanzas en que este cambio se produzca. Newell confirmó "nuestra firme decisión" de anbandonar al Unesco el 31 de diciembre de 1984.

Un portavoz del Departamento de Estado dijo, por su parte, que la Administración de Ronald Reagan decidió la retirada norteamericana de la Unesco por "los síntomas de politización y de hostilidad hacia instituciones básicas de una libre sociedad, especialmente en lo que concierce al libre mercado y a la fibertad de Prensa, así como una expansión presupuestaria ilimitada".

"Washington estima que la participación norteamericana en la Unesco no responde a los intereses de Estados Unidos", dijo el portavoz, John Hughes, que añadió que "el Gobierno norteamericano continuará apoyando la cooperación internacional en los campos de la educación, la ciencia y la cultura".

La Unión Soviética, a través del diario Pravda, órgano del Comité Central del Partido Comunista de la URSS, dijo que la retirada norteamericana de la Unesco obedece a que Estados Unidos está furioso ante los intentos de la organización internacional de romper el monopolio norteamericano sobre los medios informativos del mundo.

"El punto central es que la Unesco está intentado aplicar la decisión adoptada por una abrumadora mayoría de sus Estados miembros orientada a oponerse al dominio de los países imperialistas en el campo de la información internacional", escribía Pravda.

"Esto es precisamente lo que ha enfurecido a la Administración Reagan, que pretende conservar el monopolio sobre los medios de comunicación", agregó el diario soviético.

Por su parte, distintos Gobiernos reaccionaron cautelosamente ante el anuncio norteamericano de su retirada de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Funcionarios del Ministerio japonés de Asuntos Exteriores mostraron su confianza en que Washington cambiará su propósito de retirarse, y añadieron que, de consumarse este intento, la Unesco perdería su universalidad y tendría graves dificultades económicas.

En Bangladesh, uno de los Estados más subdesarrollados del mundo, un funcionario gubernamental dijo que la decisión norteamericana obligaría a la Unesco a restringir sus planes de asistencia para los países pobres.

La organización internacional fue fundada en londres en 1946. Durante los últimos años, Estados Unidos ha expresado quejas porque esta organización de las Naciones Unidas haya estado dominada por una coalición de países del Tercer Mundo y de aliados de la Unión Soviética.

La más reciente controversia tuvo su origen en el debate sobre la creación de un nuevo orden mundial de la información, respaldado por Moscú, y que, a juicio de Estados Unidos y algunos países de Europa occidental, "restringiría considerablemente las actividades de la prensa libre".