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No lo sabemos

Todo el mundo ha estado pendiente de la posible aparición de Andropov en la última reunión del Comité Central en Moscú. Aunque se puede decir que la diferencia entre su comparecencia y su ausencia es insignificante. Andropov, que ya faltó a las ceremonias conmemorativas de la Revolución en la plaza Roja, ha estado ausente semanas después en otro acontecimiento importante; así que es muy probable que le vaya mal. ( ... )El primer hombre de la Unión Soviética está debilitado políticamente, debido a su endeble salud. Quizá pueda todavía trabajar, pero en una organización de poder semejante no se gobierna tan sólo a través de la firma de actas, sino con la presencia: uno debe mostrarse. De todos modos, el poder de Andropov ha estado mermado desde el principio, debido a que muchos de la "dirección" no le querían como "primero". Entre éstos figura su rival, Chernenko, y sus secuaces. También están los miembros del Politburó que pensaban que la muerte de Breznev significaría la alternativa para una generación más joven. ( ... )

Realmente, no sabemos qué clase de política es ésa que está estancada, porque los planes de Andropov no los conoce nadie, ni él mismo los ha expresado. Se decía que quería dirigir la economía hacia una mayor productividad. Esto suena plausible, pero él debería saber que la economía soviética no da ya para mantener bastiones periféricos como Cuba, Vietnam o Angola; que en el seno del Pacto de Varsovia hay cada vez mayor desacuerdo...

Pero ¿cuáles son las reformas que Andropov quiere poner en marcha y de qué libertad de movimientos dispone? En la oscuridad quedan también sus planes internacionales. Él prolongó la política de armamento iniciada por Breznev, ¿porque quiso o porque fue obligado? Quizá finalice un día la "era Andropov"..., y nadie podrá decir en qué consistió.

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