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Cirugía para El Salvador

Han tenido que pasar tres años para que la Administración Reagan levante las piedras en El Salvador y vea con sus propios ojos el nido de víboras que hay debajo de ellas. Por razones ineludibles, el presidente Reagan ha tenido que pedir finalmente a San Salvador que se desembarace de los patrocinadores del terror ultra. Ofrece más ayuda, pero después de tantos falsos testimonios de progreso necesita también amenazar con cortar la ayuda.Tardíamente, los estrategas de la Administración han reconocido que la realidad de los asesinatos de los escuadrones de la muerte no es la obra de unos fanáticos por libre. Quienes los perpetran tienen un objetivo político preciso: acabar con la reforma agraria de El Salvador y sus defensores y convertir las elecciones presidenciales de marzo en un plebiscito para Roberto d'Aubuisson, el ex presidente de la asamblea interna y paladín de la derecha montaraz.

Hasta el momento, el terror ha dado sus frutos. Una asamblea atemorizada ha recortado en exceso el volumen de tierra que iba a distribuirse entre los campesinos. ( ... )

Los promotores de los escuadrones de la muerte hablan de anticomunismo, pero no es sino el anticomunismo de Al Capone. Sus objetivos no son guerrilleros sino sindicalistas, cristianodemócratas, campesinos y hombres de negocios. Su dinero proviene de oligarcas ausentes del país. Sus pistoleros proceden de tres fuerzas de seguridad. Y su inspiración y protección política está garantizada por D'Aubuisson y sus aliados, que no son forasteros sino un cáncer dentro del sistema.

Librar a El Salvador de este cáncer, si es que puede hacerse, costará más que el simple exilio de unos cuantos conocidos asesinos o la expulsión de EE UU de sus patronos de Miami. Requiere un cambio en las instituciones y actitudes. Requiere el decidido apoyo de Estados Unidos a los demócratas asediados y una hostilidad inequívoca hacia sus hostigadores, tanto a la derecha como a la izquierda. De lo contrario, las elecciones por las que los norteamericanos han apostado entronizarán en el poder a los jefes de los escuadrones de la muerte. ( ... )

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