El ministro portugués de Exteriores confía en un rápido acuerdo de pesca con España

El ministro portugués de Asuntos Exteriores, Jaime Gama, declaró a su llegada a Lisboa, procedente de Madrid, que la entrada en vigor de la primera fase del plan de pesca híspano-portugués para 1984 está "prácticamente lista, y quedan sólo por resolver aspectos técnicos relativos al número de barcos españoles que serán autorizados a pescar en aguas portuguesas, radio de acción y tipos de artes".Jaime Gama rechazó la opinión manifestada por los periodistas portugueses presentes acerca de la ausencia de resultados concretos de la reunión que acababa de celebrar en Madrid el Consejo de Cooperación Hispano-Portugués e insistió, una vez más, sobre la tesis del Gobierno de Lisboa según la cual desde junio de 1983, con la llegada al poder del actual Gobierno presidido por Mario Soares, la política exterior de Portugal salió de un período de indefinición.

La existencia de una concepción clara del modelo de relaciones que se desea para el futuro entre los dos países ibéricos permitió, en opinión de Gama, que desde la cumbre luso-española de noviembre exista un progreso "continuo, sólido y nítido" en todos los asuntos. Acerca de la visita a Lisboa de una delegación de banqueros y empresarios españoles, que fueron recibidos por el primer ministro portugués, Mario Soares, Gama consideré que se trata de una iniciativa "oportuna" feliz y positiva".

Retornando un tema anteriormente desarrollado por el presidente del Gobierno español, el ministro luso de Exteriores subrayó la importancia de la cooperación entre empresarios de los dos países para el desarrollo de ambos.

El optimismo oficial contrasta con la actitud de la Prensa portuguesa, que fue muy discreta acerca de la reunión del Consejo de Cooperación Hispano-Portugués y muy crítica en relación a la misión de los empresarios españoles.

Los diarios de Lisboa destacan el párrafo del comunicado final relativo al plan de pesca para 1984 para interrogar al Gobierno sobre la verdad de las afirmaciones según las cuales barcos españoles podrán faenar de nuevo en aguas portuguesas a partir de enero próximo. El comunicado, que se refiere a un "cierto acercamiento de posiciones", es considerado impreciso, pero Gama fue más concluyente en sus declaraciones y habló de coincidencias, por lo que los medios portugueses interesados se preguntan quién cedió al otro.

Medios próximos a la Confederación Patronal Portuguesa se muestran muy críticos sobre una eventual cooperación entre empresarios españoles y lusos. Consideran que los empresarios españoles cuentan con el apoyo del Gobiemo de Madrid y se encuentran en situación "doblemente ventajosa" en relación a sus colegas portugueses, quienes, además de la crisis económica general y del, atraso de la economía portuguesa en relación a la española, tienen que soportar los efectos de una política gubernamental desastrosa en materia de crédito, política fiscal y legislación laboral.