Críticas de una comisión parlamentaria británica al derroche de los diplomáticos

Los diplomáticos británicos en las representaciones extranjeras derrochan los fondos públicos al vivir, como se acostumbraba en siglos pasados, en suntuosas residencias, asegura la comisión parlamentaria de finanzas en un reciente informe en el que refuta los argumentos del Foreing Office (Ministerio de Asuntos Exteriores) para conservar el aparato de sus misiones, al que considera "signo exterior y visible" de la presencia británica. "Ponemos en duda la necesidad de mantener en los años ochenta el estilo lujoso de las residencias privadas", afirma la comisión, que reprocha a los diplomáticos su "extravagancia".El Foreing Office afirma, por su parte, que, si los embajadores renuncian a vivir en grandes mansiones de París, Washington o Londres, según los hábitos generalizados, ello crearía graves trastornos. También se recuerda la necesidad de mantener el prestigio británico en las antiguas colonias, ligado en ocasiones a signos externos.