Los palestinos de Cisjordania mantienen su fidelidad a Arafat
Un grupo de estudiantes escuchan, con los rostros radiantes, un transistor delante del edificio de la universidad islámica de Hebrón, en la Cisjordania ocupada: "Arafat está en Puerto Said. Mubarak le ha invitado". "A pesar de los cañones israelíes y la traición siria, Abu-Ammar (nombre de guerra de Arafat) levanta una vez más la bandera de la independencia palestina".A la pregunta de si están contentos con la salida de Arafat de Trípoli, uno de ellos contesta: "Es una partida hacia nuevas luchas. Estamos preparados para morir por él. Pregunte a los niños de cuatro años o a los hombres de 80 años. Todos apoyan a Abu Amar (nombre de guerra de Arafat), todos están dispuestos a dar su vida por él".Otro estudiante añade: "Abu Amar no nos pide morir sino vivir. Cuanto más numerosos, fuertes e instruidos seamos, podremos librarnos más rápidamente de la ocupación israelí".
Otra respuesta es: "Ala castigará a Hafez el Assad. Ya le ha castigado. Si se está muriendo es porque ha traicionado la causa sagrada del pueblo palestino. Abu Amar ha enseñado al mundo la fuerza de la revolución palestina. A pesar de haber sido traicionado por Abu Musa, bombardeado por los cañones sirios e israelíes y abandonado por el mundo árabe; se ha marchado de Trípolí con la cabeza alta. El presidente Mubarak quiere entrevistarse con él, el rey Hussein le espera en Aminan, el mundo entero le admira y le respeta".
"Alá castigará a Assad"
"Todos esos jóvenes palestinos", añade, "se reconocen en Abu Amar, creen en el y confían en él ciegamente. Es extraordinario ver cómo Yasir Arafat y sus compañeros, a pesar de haber sido obligados a dejar Trípoli y refugiarse en cuatro países árabes distintos, y representar aún menos que un ejército con su general en desbandada, ante los ojos de estos jóvenes, son, en realidad, unos vencedores, los héroes de una formidable odisea.""Esta actitud no le debe extrañar", nos dice el alcalde de Hebrón, Mustafa Natsche, depuesto por las autoridades militares israelíes por haber defendido demasiado los intereses de su ciudad contra los abusos de los colonos judíos."Para estos jóvenes", dice, "como para mí, Abu Amar es el símbolo y la personificación de la causa palestina. Arafat siempre ha sabido defender, contra viento y marea, la independencia de decisión palestina. Arafat dice, y nosotros estamos de acuerdo con él, que la Organización para la Liberación de Palestina no debe ligarse a nadie: ni a los sirios, ni a los jordanos, ni a los egipcios, ni a los rusos, ni a los norteamericanos".
Siria y la rebelión
Según Natsche, "los sirios no han podido soportar esta,independencia y han empujado a Abu Musa a la rebelión. Yo creo que Hafez el Assad ha actuado incluso contra la opinión de Moscú".Natsche, un pequeño hombre de unos 60 años, reflexiona un momento y añade: "Para conquistar nuestra independencia necesitamos el apoyo de todo el mundo. No podemos pertenecer a ningún bloque. Si la OLP está con Assad, el rey Hussein se pondrá en nuestra contra. Si la OLP se alía exclusivamente con Jordania, los lirios vendrán a por nosotros. La grandeza de Arafat reside en haber comprendido esto desde el comienzo de los años setenta y haber cuidado de la salvaguardia de la independencia de decisión palestina".
El diario palestino de mayor tirada, El Kuds, declaró que "Arafat podrá ahora actuar libremente después de haberse librado de los intransigentes que rechazan todo y no consiguen nada".
Este diario añadió que "Arafat está cualificado para defender los intereses de los palestinos porque goza, entre otras cosas, de la confianza ¡limitada de las masas palestinas bajo la ocupación israelí. Ha llegado el momento para Arafat de elegir entre la opción militar y la política ya que se ha comprobado que batirse en los dos frentes resulta caro y frustrante".
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