El fallo del 'caso Arregui'

Leo en el periódico del 6 de diciembre la noticia de la absolución de los policías Julián Marín Ríos y Juan Antonio Gil Rubiales, procesados por el caso Arregui, producida por falta de pruebas.Perfecto, hemos aprobado una Constitución para que se respeten los derechos de los ciudadanos, para que nunca vaya a la cárcel un inocente, para que nadie pague por lo que no ha hecho. Pero también para que nadie pueda abusar de su fuerza ni de su situación. El fallo del tribunal en el caso Arregui pide justicia a gritos.

Si estos dos policías que han sido absueltos no son culpables (y no dudo ni por un instante de la equidad del tribunal o el juez que ha emitido el fallo), ¿quién lo es? ¿Los otros setenta (cito a don Francisco Laína) que interrogaron a Arregui durante los días que duró su detención? ¿Solamente algunos de entre ellos?

Tan importante como que no se castigue a un inocente es el que ningún culpable escape a la justicia. Tras la absolución de estos dos funcionarios se impone iniciar una investigación para encontrar a los autores de las torturas y exigirles responsabilidades. De otro modo, si nadie responde ante el pueblo del trato -maltrato- recibido por Ignacio Arregi durante el período de su detención, no sólo los responsables de la tortura se reirán en el futuro de la justicia, sino que los demás ciudadanos, los que creemos que los cuerpos de seguridad, los jueces y las instituciones han sido creados para proteger al pueblo, perderemos la confianza en esa democracia que tanto nos está costando obtener.