Refrescante como las frutas de agua
Medicinal y tónica, la cebada es depurativa y aromática y muy útil para la dieta de las madres lactantes
La cebada es uno de los cereales más antiguos que se conocen. Los egipcios atribuían a Osiris la creación de la planta y aseguraban que el mismo dios enseñó a los hombres el arte de su cultivo y utilización. Ya entonces conocían la cerveza y el proceso a seguir hasta su obtención; transformaban la cebada en malta y a la solución acuosa de ésta le añadían azafrán y otras especias aromáticas, dejándolo fermentar.La cebada, además de valores nutritivos estimables en la alimentación, tiene otros refrescantes, tan sólo comparables con ciertas frutas de agua. En Madrid fue muy popular como bebida refrescante el agua de cebada, y todavía hoy puede encontrarse en algunas zonas del Rastro. Se prepara con malta tostada y molida, se vierten ocho puñados de ésta en dos litros de agua recién hervida, se deja enfriar lentamente y después se cuela añadiendo azúcar. En el momento de servirse puede agregarse zumo de limón, para que resulte más refrescante.
Bebida aperitiva
Esta bebida es muy tónica y aperitiva, depurando el organismo de impurezas. Se aconseja a las madres lactantes y a todas las personas con dolencias o desarreglos intestinales. En casos de fiebre alta, se recomienda agua de cebada en abundancia. Baja la fiebre, quita la sed y ayuda al mantenimiento del enfermo.
Posee un alto contenido en sales minerales -azufre, calcio, fósforo, cloro, sodio, potasio, magnesio, hierro, flúor, cinc, yodo, manganeso y cobre- y en las vitaminas B1, B2, PP y caroteno o provitamina A.
La harina de cebada cocida con agua de miel y con higos disuelve los tumores, y baja las inflamaciones. Mezclada con el fruto del membrillo y con vinagre aplaca los dolores de la gota. El agua de cocer la cebada mondada (llamada antiguamente tisana), se digiere con facilidad, elimina las obstrucciones de los conductos digestivos e intestinales, refresca el hígado y ablanda el vientre.
La malta muy tostada es un sucedáneo del café, recomendable a las personas que no pueden ingerir cafeína. Tiene propiedades sedantes y en medicina se utiliza en extracto como medicamento y alimento que suele prescribirse a los enfermos con excesiva carga de toxinas en el organismo.
La hordeada y el alfeñique son azúcares elaborados con la cebada limpia. La hordeada es amarilla y translúcida, se prepara con agua de cebada y azúcar cocida hasta que la masa se haga sólida y puedan formarse con ella caramelos o pastillas. El alfeñique se elabora con los mismos elementos. Los dos productos se prescriben contra la tos y la ronquera, dado que favorecen la expulsión de mocos y esputos, en todas las enfermedades de pulmón y pecho.
La cebada mondada tiene diferentes posibilidades culinarias. La sopa de cebada y berros tiene fácil preparación y un buen sabor. Se rehogan los berros en aceite a fuego lento, se añaden el agua y la cebada, se deja hervir hasta que los granos de cebada revienten, y se sazona con nuez moscada y sal.
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