Manuel Pujol: "Sólo 13 cuadros son míos"

"De los 47 cuadros que están depositados en la IV Zona de la Guardia Civil, sólo 13 los pinté yo", afirmó a este periódico Manuel Pujol Baladas. Estos 13 cuadros, entre ellos obras de Picasso, Dalí, Toulouse-Lautrec y Nonell, fueron encargados po José Bella de Molina. "Le conocía, por ser un habitual del negocio del arte. Él me dijo que había tenido que vender cuadros que tenía en su casa y que deseaba reemplazarlos por obras que parecieran haber sido hechas por grandes artistas. Le pinté 13 cuadros por los que me pagó 150.000 pesetas. Primero cobré 100.000 y las otras 50.000 las pude arrancar después de irlo a ver tres veces; es falso pues lo que Bella de Molina ha declarado, en el sentido de que me pagó medio millón".Pujol Baladas reconoció, asimismo, haber pintado 400 cuadros de líneas dalinianas, "yo nunca copio cuadros, sino que imito el estilo de los grandes maestros", por encargo de José Vall, ya fallecido, quien hacía negocios con Juan Manuel Marcé, quien también ha prestado declaración ante el juez. Dijo que había puesto la firma de Dalí, Picasso y demás en obras hechas por él, pero que esto no podía considerarse una estafa "porque quienes compraban los lienzos sabían que en meras imitaciones, hechas con telas nuevas".

Negó en todo momento que hubiera estado en la casa gerundense de Jacinto Guergué, "a quien conocía por haberlo visto en la galería Jackson, de Begoña Guerrero, en donde expuse hace un tiempo". Aseguró que tampoco dijo nunca la frase "este Dalí por lo menos vale cinco kilos", tal como consta en declaraciones sumariales de Guergué, ante una obra que Pujol después reconoció como suya.

"He imitado a los grandes maestros, porque me parecía más digno que pintar ciervos o gitanas como hacen otros. Al menos, al estudiarlos, aprendí algo. He tenido que hacerlo para poder sacar adelante mi propia obra. Cobraba de 3.000 a 5.000 pesetas a la hora por cada imitación". Manuel Pujol Baladas, desde su taller de Horta, insistió en que fue el primero en denunciar al Grupo de Estafas de la Guardia Civil, "por consejo de un abogado", al comprobar que había gente que estaba comerciálizando obra suya como cuadros de grandes artistas. Y comentó que cuando cumplió con lo que creyó su deber lo amenazaron de muerte, aunque "yo no fui a denunciar a nadie".

El pintor Pujol está preocupado por su procesamiento y por ese millón que tuvo que pagar como fianza para no ir a la Modelo. El dinero lo adelantó una revista a la que había contado la comercialización como auténticas de sus imitaciones de Dalí.