Don Juan Carlos recibirá el título de doctor 'honoris causa' por la universidad de Nueva York
Los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, viajarán la semana próxima a Estados Unidos, donde el Rey recibirá el título de doctor honoris causa otorgado por la prestigiosa universidad de Nueva York. A continuación se trasladarán a Washington para un almuerzo privado en la Casa Blanca con el presidente norteamericano, Ronald Reagan.
Los Reyes de España llegarán a Nueva York el próximo martes, acompañados de los ministros de Cultura, Javier Solana, y de Educación, José Maravall, que asistirán a los actos académicos de la universidad de Nueva York, dirigidos por el presidente e hispanista John Brademas. Una cena de gala en el recinto de la Universidad abrirá el acto académico que concecierá al rey Juan Carlos el diploma honorario de doctor en Derecho por la universidad de Nueva York."Queremos honrar al rey Juan Carlos", dijo Brademas, "por el liderazgo sensato y valiente que ha demostrado en la defensa de la libertad y la democracia en España". Brademas destacó el significativo papel jugado por España en la historia de América y reconoció la importancia de la comunidad hispana de Estados Unidos, cifrada en unos 20 millones de personas. "Deseamos", añadió Brademas, "que la visita del Rey sea una señal para incrementar el interés de la universidad de Nueva York por la cultura y la civilización espaftolas en nuestra enseñanza e investigación".
Durante su estancia en Nueva York, los Reyes de España visitarán también el Spanish Institute, organización que promueve la difusión de la cultura española a través de simposios, exposiciones y coriferencias. El Rey recibirá también un galardón por la defensa de los derechos humanos, concedido por la entidad norteamericana Society for the Family of Man.
Un almuerzo sin contenciosos
El jueves día 8 los Reyes viajarán a Washington para una breve visita a la Embajada de España, antes de trasladarse a la Casa Blanca, donde almorzarán, en privado, con el presidente, Ronald Reagan, y su esposa, Nancy. Después del almuerzo, los Reyes viajarán a la estación de esquí de Aspen, para un fin de semana privade en las célebres pistas del Estado de Colorado, en el oeste americano.
Aunque el acto en la Casa Blanca se inscribe en la definición protocolaria de privado, tiene un significado político. Sobre todo si se confirma la asistencia al mismo, por parte de la Administración Reagan, del vicepresidente, George Bush, y del responsable del Consejo Nacional de Seguridad, Robert McFarlane. El almuerzo, sin embargo, tendrá un clima muy propicio, al no existir actualmente ningún contencioso importante en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y España.
El rey Juan Carlos y Ronald Reagan conversaron por vez primera durante la visita oficial del Monarca español a Washington, en octubre de 1981. Fue una entrevista que zanjó, al más alto nivel, el mal sabor de boca y la inquietud para la democracia que habían dejado las opiniones del secretario de Estado, Alexander Haig, al valorar, cuando menos precipitadarnente, de "asunto interno" el intento de golpe de Estado en España del 23 de febrero de 1981. Ocho meses después, el presidente Reagan alabó públicamente la figura del Rey y su papel en la defensa de las instituciones democráticas y la libertad en España.
El almuerzo del próximo jueves en la Casa Blanca llegará en un contexto mucho más relajado en las relaciones España-EE UU. Washington admira el pragmatismo del nuevo Gobierno socialista español, sobre todo después de la entrevista Reagan-González, el pasado mes de junio, que ha despejado incógnitas sobre la permanencia de las bases militares norteamericanas en España (primera prioridad para EE UU en las relaciones con Madrid). España ha comprado importantes partidas de material militar a Estados Unidos (destacando la adquisición de 72 aviones de caza F-18A) y se ha alineado a las tesis de Washington a la hora de decidir la instalación de nuevos misiles nucleares en Europa occidental.
¿Y el referéndum sobre la continuidad o la salida de España de la OTAN? Ése es un tema tabú del que no gustan hablar en ninguno de los foros que siguen día a día las relaciones bilaterales España-EE UU. Washington mantiene el silencio, pero confía, una vez más, en el pragmatismo del presidente Felipe González, calificativo predilecto de los políticos y la Prensa estadounidense a la hora de presentar al presidente del Gobierno español.
Naturalmente, el rey Juan Carlos y el presidente Reagan no entrarán en conversaciones políticas en el curso de un almuerzo privado, valorado protocolariamente en Washington como un gesto de cortesía hacia el soberano español.
No obstante, a nadie escapará que Reagan o el Rey podían haber prescindido de tal acto, de no querer demostrar simbólicamente que las posicion.es de España y EEUU son similares, con ligeras excepciones sobre la política de Reagan hacia Centroamérica o el contencioso, sin solución, del déficit crónico de la halanza comercial entre España y EE UU.
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