La policía holandesa liberó ayer de madrugada a Heineken y detuvo a 24 personas de la banda familiar que le secuestró
Gracias a la sintonía del servicio mundial de la BBC el rey de la cerveza holandés, Alfred Heineken, y su chófer, Ab Doderer, fueron liberados por la policía en Amsterdam en la madrugada de ayer, tras tres semanas de secuestro. El rescate ya había sido pagado -por una cantidad no revelada, que puede rondar los 1.5% millones de pesetas- y sólo se recuperó una parte. Pero la policía, en una precisa y espectacular operación, detuvo a 24 personas -todas holandesas- implicadas en este caso. Cuatro de los responsables siguen, sin embargo, en libertad.
Heineken, de 60 años de edad, propietario de la lucrativa multinacional cervecera que lleva el nombre de su familia y que había fundado su abuelo, fue secuestrado en la tarde del 9 de noviembre por cinco enmascarados a punta de pistola cuando salía de la sede de su empresa, en pleno centro de Amsterdam. Su chófer, de 57 años de edad, trató de interponerse y los secuestradores se lo llevaron también. A partir de entonces, según indicó ayer K. Sietsma, comisario jefe de Amsterdam, la policía estableció prioridades: liberar a los secuestrados primero, atrapar después a los secuestradores y, finalmente, recuperar el rescate.La pista principal que guió a la policía fue una carta anónima que recibió la empresa, poco después del secuestro, en la que se citaban los nombres de tres criminales implicados en el caso. Los secuestradores habían entrado ya en contacto con la empresa, exigiendo una fantástico rescate, pagado en divisa extranjera y que rondaría los 1.500 millones de pesetas, pero la policía no quiere dar detalles s obre la cantidad. El contacto prosiguió a través de anuncios por palabras en los periódicos, pero ya los secuestradores habían exigido a la policía, la empresa y la familia que se atuvieran a un completo silencio frente a la Prensa. La policía realizó varias pesquisas en casas y barrios de Amsterdam y contactó con la Interpol ante la posibilidad de que los secuestradores se encontraran ya fuera del país.
Sintonía de la BBC
El rescate se pagó en la noche del domingo al lunes pasados, cuando la policía ya sospechaba dónde se encontraban Heineken y Doderer: en una fábrica de madera en el puerto de Amsterdam, en torno a la cual se había situado un equipo de observación. Y no sólo observó, sino que escuchó. Escuchó que de allí provenía la sintonía musical de la BBC, que es la emisora favorita del magnate de la cerveza. Al no recibir respuesta de los secuestradores, y ante el temor de que huyeran al extranjero, la policía decidió intervenir, y ayer, hacia las cinco de la madrugada, liberó a los secuestrados.
Los dos hombres se encontraban solos, en. sendas celdas, vestidos con pijamas y encadenados a la pared, por lo que no hubieran podido escaparse por sí solos. Gozaban "de una salud razonablemente buena, explicó la policía, al describir su estado, tras haber vivido todo este tiempo en estrechas celdas y mal vestidos. Ambos tenían transistores portátiles y un juego de cartas, con los que se habían entretenido en, hacer solitarios.
Poco después, en las afueras de Amsterdam, la policía detenía a 24 miembros de la banda familiar que había llevado a cabo el secuestro. Se trata de un clan familiar, según la policía, conocido años atrás por crímenes menores y sin implicaciones políticas. Tres de los cabecillas fueron arrestados, pero otros cuatro no han sido localizados. Con ellos ha podido escaparse la parte del rescate que no ha sido recuperada. La policía sólo habló de haber encontrado "varios millones", es decir, varios centenares de millones, traducido en pesetas.
Pero la bandera holandesa vuelve a ondear sobre la sede de la cervecería. Las familias de los dos secuestrados, en una declaración conjunta, señalaron ayer que Heineken y Doderer "necesitan reposo para recuperarse", y expresaron su gratitud a las autoridades policiales y judiciales, "que han permitido que la operación de liberación haya sido llevada a cabo de un modo excepcional".
Con este caso, se ha sabido que algunos multimillonario s holandeses tienen un seguro contra secuestros con la compañía británica Lloyds. Las que sí han ganado son las empresas especializadas en seguridad y protección personal, que han visto aumentar el número de sus clientes.
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