Cataluña y EL PAIS
Cuándo uno se encuentra en este diario con una carta como la de Máximo García, titulada La catalanización de EL PAÍS, no sabe si esbozar una sonrisa quitándole importancia al toma o caer en un estado depresivo: -nacionalista. Se aludía en ella a una progresiva catalanización de este prestigioso diario en las secciones culturales y de Libros. No va y a negar algo que parece evidente. pero deseo salir no sólo en defensa de EL PAÍS, sino también en defensa de la propia cultura catalana. Para ello hay que remontarse al siglo XIX, alrededor del año 1850, aproximadamente.Cataluña estaba entonces a la vanguardia de 12 mayoría de movimientos cultura les europeos, impulsada por una burguesía coherente (cuando en el resto de España esta burguesa era todavía bastante confusa). Este impulso burgués fue respaldado por las instituciones nacionalistas (la Mancomunitat y después la Generalitat, el Centre d'Estudis Catalans ... ) y brotar en verdaderas personalidades, desde Maragall, Puig i Cadafalch o D omenech i Montaner hasta Cerdá, Gaudí o Pere Quart. Nuestro teatro, la arquitectura, la literatura, estaban a la altura de París Viena, por ejemplo. A raíz de la Guerra Civil este prometedor horizonte cultural fue truncado y desvalijado. Ahora, tras la dictadura, la cultura se vuelve a reencontrar con Cataluña, por lo que i to se debe acusar a EL PAÍS de Y na catalanización cultural, sino de reconocer por fin unos valores q ue realmente existen. Las autonomías no sólo son territoriales, económicas o políticas, deben seridemás, de creatividad y de imagnación. Ésta será la única forma ole solidificar la cultura autonómico de nuestro país PAÍS./ .
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