Un banco japonés intenta cobrar a la Diputación de Navarra el interés de los créditos a Audenasa

Representantes del Banco de Tokio tienen previsto viajar hoy a Pamplona para entrevistarse con altos cargos del departamento de Hacienda de la Diputación Foral de Navarra, con el objeto de intentar cobrar de esta Institución una cantidad que oscila entre 150 y 200 millones de pesetas que corresponden a intereses de créditos concedidos por esta entidad bancarias a Audenasa, empresa concesionaria de la autopista de Navarra, y que están avalados por la Diputación navarra y, subsidiariamente, por el Estado.

Audenasa no ha hecho frente al pago de los primeros intereses, por lo que el Banco de Tokio pretende cobrar a los avalistas.Los representantes bancarios habían viajado primero a Madrid con la intención de hacer efectivo en el Ministerio de Hacienda el pago de los intereses de distintos créditos concedidos a Audenasa, por ser el Estado el avalista subsidiario de las operaciones crediticias. Sin embargo, la posibilidad de que el Estado se haga cargo del pago de los intereses ha sido desechada por Hacienda, por considerar que debe ser el primer avalista -la Diputación Foral de Navarra-, y no el subsidiario, quien haga frente a los pagos.

Audenasa, empresa en la que participan la Caja de Ahorros de Navarra, la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona, los bancos Central e Hispano Americano y las empresas constructoras Dragados y Construcciones y Huarte, ha conseguido en los últimos años diversos créditos de bancos extranjeros, por una cifra total de más de 10.000 millones de pesetas, con el objeto de hacer frente a los déficit de explotación de los trámos de la autopista de Navarra construidos hasta ahora: Tudela-Pamplona y Pamplona-Irurzun. Según la tesis mantenida por los técnicos de esta empresa y por la propia Diputación de Navarra, la unica forma de rentabilizar los tramos de autopista construidos radica en finalizar el trazado con el tramo Irurzun-San Sebastián, ya que de esta forma habría un enlace entre la autopista del Cantábrico y la del Mediterráneo. Para hacer frente a este tramo final, Audenasa debería invertir 18.000 millones de pesetas, en una obra que tendría cuatro años de duración y que daría trabajo, entre mano de obra directa e inducida, a cerca de 1.000 personas.

Sin embargo, el problema de Audenasa radica en que si la Diputación de Navarra y el Estado no se hacen cargo de la empresa, ésta se verá obligada a suspender pagos debido a la deuda acumulada en los años de explotación de la autopista, ya que ésta no registra un paso de vehículos mínimo que garantice su rentabilidad, debido, entre otras causas, a la falta de un tramo final que enlace la capital navarra con San Sebastián. Esta segunda fase de la autopista se encuentra estancada en tanto la Diputación de Navarra no encuentre una solución financiera a la situación actual de Audenasa.La Diputación de Navarra pretende hacerse cargo de Audenasa, junto con el Estado, por ser los dos avalistas de la empresa, y acometer la última fase de la autopista. Sin embargo, la propuesta navarra plantea la cuestión de fondo que subyace en este contencioso: en qué porcentaje la Diputación Foral y el Estado se van a hacer cargo, cada uno, de la deuda acumulada por Audenasa. Éste el es tema que hasta el momento no han estudiado ambas administraciones y que, en tanto no tenga una solución, paralizará el futuro de la autopista de Navarra.

Entrevista de Arza con Felipe González

Para estudiar esta cuestión y determinar cuál de las dos administraciones va a hacer frente al pago de la cantidad que reclama el Banco de Tokio, el presidente de la Diputación Foral de Navarra, Juan Manuel Arza, se entrevistará, hoy o mañana, con el presidente del Gobierno, Felipe González.La Diputación Foral espera que en esta entrevista se aclare el futuro de la autopista y se pueda llegar a una solución que permita la explotación conjunta de Navarra y el Estado de los tramos construidos hasta el momento.