Los teatros nacionales buscan más la rentabilidad cultural que la explotación del éxito
Los teatros nacionales María Guerrero, del Centro Dramático Nacional (CDN), y de la Zarzuela, en Madrid, pretenden ofrecer en sus programaciones unas producciones propias de calidad, que formen parte de un repertorio, forzar la ocupación de los locales en base al número de funciones y encontrar un equilibrio entre el gasto de los montajes y su amortización, aunque predomina la rentabilidad cultural sobre la económica, según sus directores, Lluís Pasqual y Benito Lauret. En los próximos días, los dos escenarios nacionales estrenan nuevas obras.
La mala pata de los actores ha impuesto un retraso del estreno de La vida del rey Eduardo II de Inglaterra, de Marlowe y Brecht, previsto para el 13 de octubre, en el teatro nacional María Guerrero, del Centro Dramático Nacional, que será definitivo el próximo martes, 29 de noviembre. Tres días antes del estreno se accidentó en un pie el actor Juan Gea; la sustitución de Antonio Valero también fue accidentada, con un corte en un pie durante un ensayo, y ahora subirá al escenario Antonio Bandera, hasta la recuperación de Juan Gea. Otros accidentes famosos ocurrieron la temporada pasada en el Español, con José Luis Gómez y Agustín González.La temporada del Centro Dramático Nacional fue abierta por El veneno del teatro, de Rodolf Sirera, que en principio iba a ocupar una programación alternativa de fines de semana. Las 12 funciones previstas se han alargado hasta las 16, que se cumplirán mañana, domingo. El montaje tiene un presupuesto de unos cuatro millones de pesetas.
"Contra los liados no se puede hacer nada", dice Lluís Pasqual, director del CDN y del montaje de La vida del rey Eduardo II de Inglaterra, mientras comenta las vicisitudes médicas y artísticas de las últimas semanas que han obligado a ajustar la programación. La buena aceptación del público -"con colas y tortas por entrar"- de El veneno del teatro y el menor número de funciones de Eduardo II han decidido prácticamente su reposición al final de. temporada. Los próximos monta es del centro, Luces de bohemia, de Valle-Inclán, y Eloísa está debajo de un almendro, de Jardiel Poncela, harán giras por otras ciudades españolas. La Olimpia queda como la segunda sala del CDN, donde se presentará el 13 de diciembre El circo imaginario, de Victoria Chaplin y Jean Baptiste Thierrée, y a continuación Els Joglars y algunos programas del Festival Internacional de Teatro de Madrid.
Según Lluís Pasqual, los espectáculos del CDN tienen tres fases: "La creación y presentación, las giras y la formación de repertorio". La relación entre gastos y explotación de los montajes en este tipo de teatro institucional, tiene para el director una rentabilidad de tipo cultural y social y no una traducción económica. Señala que buscar un equilibrio entre el número de funciones y la asistencia de público es un problema pendiente en los teatros nacionales europeos, donde el espectador está acostumbrado a un número reglamentado de sesiones, en montajes que pasan después al repertorio.
"Racionalizar el gasto"
"Sobre los presupuestos, me muevo en una contradicción constante. Cualquier dinero que se aplique a cultura me parece poco. Quisiera mucho más presupuesto, pero reconozco que el país tiene otras necesidades más importantes que el teatro. Hay que racionalizar el gasto, atendiendo a nuestras necesidades. Todos los teatros deben tener una rentabilidad cultural y social y, sobre todo, un teatro oficial debe potenciar los medios de creación". Benito Lauret, director del teatro de la Zarzuela, ha puesto en marcha "una programación muy ambiciosa y compleja", alternando zarzuela, ópera y ballet (a partir de enero). "Queremos hacer un teatro lírico europeo, con buenas producciones propias, que tengan mayor explotación en repertorio y giras y lleguen a un público diverso, con títulos de excepción y otros Mas populares".Tanto Lluís Pasqual como Benito Lauret comparan los actuales presupuestos de los teatros nacionales con otros europeos, donde se duplica o triplica la cantidad asignada. Según Francisco Gutiérrez de Luna, director gerente del organismo autónomo Teatros Nacionales y Festivales de España, el presupuesto para esta temporada del María Guerrero es de unos 200 millones y el de la Zarzuela entre 350, y 400 millones, aunque serán fijados como unidades de producción.
Ya se dispone de un estudio sobre el programa de zarzuela La verbena de la Paloma y Gloria y peluca: un montaje de 25.440.000 pesetas, que en 25 representaciones ingresó 10.822.000 pesetas, con una asistencia de 21.275 espectadores y una ocupación del teatro del 69,75%. La butaca tiene un precio político de 650 pesetas.
Babelia
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