Familias de Málaga afectadas por las riadas han comido hierba por falta de asistencia

Varias familias gitanas de Málaga, que perdieron sus chabolas a consecuencia de la fuerte lluvia de la pasada semana, se han visto obligados a comer hierbas ante la despreocupación de las autoridades, que, aunque les proporcionaron un albergue para alojarse, no les han facilitado alimentos ni vestidos. Varios niños y algunas personas mayores han sufrido diarreas y vómitos por ingerir estas hierbas.

La situación ha sido denunciada por la Cruz Roja de Málaga, único organismo que hasta ahora ha visitado a las 11 familias afectadas y les ha proporcionado comida y ropa. El miércoles de la pasada semana, el Ayuntamiento de Málaga trasladó a un albergue juvenil de Torremolinos a unas 20 familias gitanas que habían perdido su hogar a consecuencia de las inundaciones provocadas por una fuerte tromba de agua. A partir de -ese momento, ninguna autoridad ha contactado con ellas."En el albergue les dieron techo y cama", ha manifestado el secretario provincial de Cruz Roja, José María Martínez, .pero no tenían mantas, ni ropa ni alimentos. Además, están fuera de su entorno habitual y eso hace más dificil la subsistencia". En esta situación, poco a poco, algunas familias abandonaron el albergue y otras salieron al campo "a ver lo que podíamos pillar, porque la única comida que llegaba era la que traían los vecinos de aquí".

Durante varios días, algunas de estas personas comieron distintas hierbas, principalmente hinojos, y caracoles, "que guisarnos con agua y sal". Ello ha provocado que varios niños -seis o siete, según Cruz Roja- y algunos mayores hayan sufrido diarreas y vómitos. "Las hierbas que hemos comido no eran malas, pero a algunos les han sentado muy mal, sobre todo a los niños, que no las conocen bien y es dificil vigilarlos". Ninguno de los afectados ha recibido asistencia médica, según las declaraciones de sus familiares, aunque el secretario de Cruz Roja ha manifestado que envió a dos médicos para atenderlos.

El desamparo de estas personas se alivió al principio de esta semana, cuando Cruz Roja les llevó ropa y mantas, pero los primeros alimentos no llegaron hasta el miércoles pasado. "Han traído patatas, arroz, lentejas, garbanzos... pero aquí, en el albergue, la cocina no funciona, no hay butano". Efectivamente, el albergue juvenil de Torremolinos, dependiente de la Junta de Andalucía, sólo funciona en verano, por lo que en esta época está cortado el suministro de gas. Estas familias gitanas cocinan en un patio exterior del edificio, donde hacen hogueras comunes.

Las inundaciones que destrozaron las chabolas donde vivían, en el puerto de Los Morenos, dejaron sin hogar a un centenar de personas de raza gitana. Prácticamente todos están en paro y son limpiabotas o buscan cartones y chatarra para vivir. De las 20 familias trasladadas al albergue de Torremolinos ahora sólo quedan nueve. "Las otras se han ido, porque aquí, lejos de Málaga, es más difícil buscarse la vida. Los que todavía estamos aquí vamos a aguantar hasta que nos arreglen las chabolas por lo menos. Pero parece que se han olvidado de que existimos. Desde el primer día en el albergue hay unos guardias municipales, pero ninguna autoridad ha hablado con nosotros ni nos han dicho qué van a hacer con nosotros".