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Salud

Dos ojos para toda la vida

La vista sufre en nuestros días un constante proceso de deterioro, debido, principalmente, a herencias seculares, pero también por malos hábitos adquiridos desde la infancia.

Mantener los ojos fijos en un punto durante mucho tiempo es perjudicial y a la larga ocasiona miopía. La televisión y el cine tienen mucha culpa en este proceso, así como el leer muchas horas seguidas sin descansar, sobre todo si la lectura se hace con malas condiciones de luz o en un lugar cerrado y con aire viciado. Se debe leer al aire libre o en una habitación ventilada y con luz natural.Aunque los problemas visuales a veces tienen raíces genéticas muy fuertes, hay una gran mayoría de casos en que la enfermedad sobreviene debido a un agotamiento excesivo de la vista y a la falta de cuidados. No puede variarse de la noche a la mañana el modo de vida de la gran mayoría de la sociedad, que desarrolla sus actividades en lugares cerrados, con luz artificial y necesitando centrar la vista horas y horas seguidas. Tampoco es necesario cambiar de costumbres; basta con adecuar ciertas prácticas de una forma diaria con el objeto de mantener la vista fuerte y robustecida.

La gimnasia visual es fácil y cómoda de realizar, muy necesaria en las personas miopes o que tienen un trabajo intelectual y visual continuado. Se debe efectuar por las mañanas, al levantarse, durante 10 o 12 minutos.

Estos ejercicios se hacen de pie, y consisten en mover los ojos en todas las direcciones: se empieza mirando hacia arriba y hacia abajo, manteniendo la cabeza quieta; después se centra la vista en un punto fijo del techo y se va inclinando la cabeza hacia atrás lo más posible, y se vuelve muy despacio al punto inicial. En segundo lugar, se realizan movimientos laterales, se mira a derecha e izquerda hasta donde se pueda, y seguidamente se hacen movimientos circulares, diagonales y concéntricos (por este orden), procurando llevar las, pupilas al límite máximo de visión.

El aseo del cuero cabelludo ejerce una enorme influencia sobre el órgano visual. Un lavado de cabeza bueno para la vista se lleva a cabo mezclando zumo de limón, ajo, cebolla y unas gotas de aceite de almendras; con este preparado se masajea concienzudamente y durante 10 minutos todo el cuero cabelludo. Una vez acabadas las fricciones se deja reposar cinco o seis horas, envolviendo la cabeza con una toalla o lienzo, y después se aclara con agua natural. Esta práctica, además de revitalizar la vista, da cuerpo al cabello, que se vuelve más brillante y sedoso.

El cuidado de los pies también favorece al órgano visual. Los baños de pies con hiedra y celedonio favorecen la circulación, calman el sistema nervioso y aclaran la vista. El baño puede ser de agua caliente o tibia, según el gusto, al que se añade un cocimiento de las hierbas antes citadas. La duración debe ser de 15 a 20 minutos, siendo recomendable hacer los baños antes de acostarse, para que la acción benefactora del baño permanezca durante la noche.

Los músculos internos del ojo se ven fortalecidos por el movimiento giratorio del cuello. Este ejercicio debe practicarse todos los días. Se realiza sentado, mirando hacia el horizonte y con las manos apoyadas en la cintura. En esta postura se inclina la cabeza tres veces hacia la izquierda y tres hacia la derecha, manteniendo los ojos cerrados; después se gira la cabeza circularmente, procurando llegar al límite.

La rotación del cuello será perfecta cuando el lóbulo de la oreja toque con el hombro. Es muy importante no forzar la postura: la cabeza se dejará caer suelta y poco a poco, al flexibilizarse los músculos, los movimientos giratorios serán más amplios.

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