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El Supremo aprueba la pensión extraordinaria a la viuda del teniente republicano Castillo

"Soy una persona muy mayor. No me gusta la publicidad. Tampoco me interesa la política". En estas; razones se apoya Consuelo Morales, viuda de José Castillo, teniente de la Guardia de Asaltó de la República, para negarse a explicar la larga lucha que ha mantenido desde hace mucho tiempo hasta que ha conseguido, a los 70 años, que el Tribunal Supremo reconozca su derecho a percibir una pensión extraordinaria, por considerar que la muerte de su esposo, asesinado en Madrid el 12 de julio de 1936, se produjo en acto de servicio.Consuelo Morales percibirá, según la sentencia del Tribunal Supremo, una pensión de 200% de la base reguladora, como en su día se le reconoció a la viuda de José Calvo So!elo, asesinado cinco horas después que el teniente Castillo. Ambas muertes prectdieron al estallido de la guerra civil y supusieron puntos de máxima tensión en los días previos al comienzo de la contienda.

Desde 1966 Consuelo Morales recibía una pensión ordinaria (el 25% del salario), que le fue otorgada por sentencia del Consejo Supremo de Justicia Militar. Este mismo consejo le denegó la pensión extraordinaria que había solicitado en 1979 la viuda del teniente republicano al amparo de la legislación del nuevo régimen constitucional.

Una sentencia del Tribunal Supremo de 1968 sobre el caso Castillo decía que "el único hecho acreditado es que la muerte del señor Castillo se produjo violenta y alevosamente por un grupo terrorista, posiblemente integrado por personas de ideas políticas opuestas a aquellas que, acertada o desacertadamente, profesaba el teniente y ello más como venganza política, represalia personal, que como atentado a su condición de teniente de la Guardia de Asalto".

Consuelo Morales se había casado con José Castillo 52 días antes de que éste cayera asesinado en la calle de Fuencarral de Madrid. Quedó viuda y embarazada. Después de la guerra fue encarcelada como consecuencia de una denuncia. Poco más tarde murió su hija, que era todavía muy niña. La viuda del teniente Castillo vive en la actualidad en un pequeño piso de un barrio madrileño cercano a la Ciudad Universitaria.

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