La Generalitat critica la política, industrial del Gobierno en el sector de electrodomésticos

La Generalitat de Cataluña adoptó ayer, por vez primera, una postura de claro enfrentamiento contra algunas de las líneas principales de la política de reconversión industrial del Gobierno central. Anteriormente, la Administración catalana había dado un apoyo crítico. El conseller de Industria y Energía, Vicenç Oller, un hombre tradicionalmente mesurado y pactista en sus expresiones públicas, calificó de "políticamente incoherente e inconsistente, tecnológicamente aberrante, y socialmente fuera de lugar" el proyecto del Gobierno para reconvertir el sector de electrodomésticos de la línea blanca (neveras y frigoríficos). Opina que no se pueden tomar medidas graves de reconversión sin previamente tener en marcha la reindustrialización.

Vicenç Oller lamentó, en una reunión con la Prensa, que la comisión ejecutiva del plan de reconversión del sector hubiera realizado un diseño según el cual acabarían constituyéndose tres grupos (el navarro, bajo la hegemonía de Ibelsa-Zanussi; el vasco, encabezado por Ulgor; y el de Philips-Segad, que absorbería parte del actual grupo catalán). Oller consideró que este proyecto, cuyas líneas generales ya han sido aprobadas en el seno de la comisión del plan, suponía el "desmantelamiento del grupo catalán" formado por Nueva Bru, Corberó y Domar, y se alineó con las posturas de crítica hechas públicas por los sindicatos del sector CC OO y UGT y por los responsables empresariales.En tono dramático, inhabitual en el responsable del Departamento de Industria, éste indicó que el diseño mencionado implicaba la desaparición de Benavent y Crolls "y, con muchas posibilidades, la liquidación del grupo Corberó-Nueva Bru".

Difícil supervivencia

Esta eventual desaparición la argumentó Oller indicando que la previsible absorción de Domar (fabricante de las lavadoras de marca New Pol) por el grupo navarro supondría grandes dificultades para la supervivencia del grupo catalán, debido a que éste se presenta comercialmente unido, lo que constituye una de sus principales bases en el mercado. Domar había estado controlada hasta ahora por el grupo Corberó, que ostenta en tomo a un 40% de su propiedad, estando otro 40% en manos de la sociedad navarra pública Sogefesa. El resto del accionariado era hasta hace pocos meses del grupo Banca Catalana, pero con motivo de su traspaso al Fondo de Garantía de Depósitos, la hegemonía privada ha cedido el paso al control público de las decisiones.

Desde el punto de vista técnico, para el responsable de Industria "la toma de decisiones radicales en este sentido sin una previa definición de los sectores en reindustrialización es técnicamente aberrante", entre otras razones porque la línea blanca "constituye seguramente uno de los sectores autóctonos a los que se debe apoyar y que no debe entregarse totalmente en manos de las multinacionales".