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Fraga y las amazonas

Don Manuel Fraga tiene su mérito, sus méritos, siempre los ha tenido, y el último es que se ha enfrentado/reunido con las mujeres empresarias, claro que protegido él, como ya le es habitual a don Manuel y pico, por su armario/armadura. La cosa, en sinopsis, fue así. Fraga se salió del armario donde le ha encerrado Mamá/Derecha (una cosa que tenía que escenificar José Carlos Plaza) y tuvo una cena/coloquio con las amazonas de la finanza nacional. Aquí no tenemos una tradición femenina/feminista, como en USA, desde la pionera del Mayflower, con rifle, hasta Barbara Hutton, la señora más millonaria del mundo, que se permitió comprarse a ese modelo para: armar de dandy de Filadelfia que es/fue Cary Grant. Quizá el único dandy que ha dado el cine. Por sus cuellos de camisa y por su cinismo, claro. Mayormente por su cinismo. Fraga, que lleva camisas como de rebajas y que sustituye el cinismo por el chiste de quemada, ha cenado con la Confederación de Mujeres Empresarias, lo cual que ya es echarle un par. Pilar Díaz Plaja, María Gracia Salva, Lina Vallés, Begoña Urquijo, la baronesa de Grado, María José Azcúnaga, Lina Vallés y otro gentil personal. La de la piel de foca ("Salvad las ballenas") pedían las ecologistas, hasta que se salvaron ellas), la del collar luengo, la del perfil a lo Donatello, las peluquerizadas en lo más caro de su barrio, las directamente feas, la duquesa de San Pedro, Amor Herrero, que es un amor, Blanca Fernández, que es una madre, Asunta Urquijo, Teresa Orfila y más gentío femenino. La mujer, puesta a ser de derechas, siempre es más de derechas que el hombre, como puesta a ser de izquierdas. La mujer siempre es más. De modo y manera que don Manuel y pico le ha echado un cierto valor al menage (más que homenaje). USA, ya digo, es un matriarcado de grandes divorciadas, mientras que España es el paraíso de las ancianitas que cobran del papel de viudas (bonos del Estao). Las mujeres empresarias, aquí, son un pájaro raro y escarpado, desde Dina Cosson a la de Medina-Sidonia. Claro que don Manuel llegó y les dijo que él era partidario de restablecer el Somatén. A las amazonas naturales de la vida o el dinero, siempre les gusta la fuerza, amiga o enemiga, del macho, lo cual que ven el Somatén como una tribu machista, pero simpática, por la cual vale la pena desnudarse un pecho, e incluso amputárselo, para encajar mejor el arco (pecho izquierdo) y dispararles la ballesta como a "enemigos íntimos", que diría Antonio Gala. Fraga parece que defiende la autoprotección, lo cual convierte a cada particular en un gángster. El terrorismo fue el tema más debatido entre Fraga y las amazonas modernas del dinero. Dicen los antropólogos machistas que toda mujer tiene un momento en que desea ser violada/violentada. El terrorismo sexual (y estamos en el mes de Don Juan) no deja de tentar a la mujer tradicional (y a las otras: lo tengo bastante comprobado). También hablaron del paro y de Ruiz-Mateos, pero este señor ya a modo de coartada empres,,v rial, pues que Ruiz-Mateos reúne, a los ojos de monseñor Josemaría, todas las contravirtudes del anti/ playboy/83. Ahora están muy de actualité los japoneses, que hasta los coches Toyota salen en las novelas de Updike, de modo que Fraga puso a los japonesitos como ejemplo y flexibilidad de plantilla, o sea libertad de empleo. Lo que pasa es que aquí no queremos ser tan bajitos ni tan amarillos, y el último japonés, o de por ahí, que erotizó a las mujeres empre,sanas, fue Kung Fu. Tiene con él a las walkirias de la mediana industria comarcana. Las amazonas enfundaron sus carcajs, pidieron el caballo en el guardarropa, se dejaron besar la mano diestra -mano de lanza- por el político, y se decían, de coche a coche, que de este hombre había que esperar algo, dentro de lo poco que se puede esperar de los hombres.

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