Arafat se niega a abandonar Trípoli mientras sus hombres "se enfrenten a la muerte"
El presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, afirmó ayer que no abandonará Líbano mientras sus hombres, que soportan en el puerto de Trípoli, al norte del país, el asedio de los palestinos disidentes apoyados por Siria, "se enfrenten a la muerte diariamente". El alcalde de la localidad sitiada ha manifestado que le gustaría que Arafat dejase la ciudad para evitar un baño de sangre entre la población civil.El portavoz de los disidentes, Jihad Saleh, dijo ayer que sus fuerzas no ponen como condición para aceptar el cese el fuego la salida de Arafat de Trípoli, sino que éste acepte el diálogo.
Un alto el fuego precario fue mantenido ayer en la segunda ciudad libanesa -con 400.000 habitantes-, mientras prosigue la actividad diplomática para evitar un asalto final de Trípoli por los rivales del dirigente de la OLP. A lo largo de la mañana, la ciudad y el campamento de Badaui -donde un puñado de fieles a Arafat resisten desde hace varias semanas- fueron blanco de bombardeos y ametrallamientos esporádicos.
El portavoz de los leales aseguró que las tropas sirias "no han recibido la orden de respetar el cese el fuego".
Rachid Karame, antiguo primer ministro libanés y uno de los dirigentes de la oposición libanesa prosiria, declaró ayer que "el lugar de Arafat está fuera de Trípoli". Por el contrario, el jefe del Movimiento de Unificación Islámica, jeque Said Chaaban, una de las personalidades más influyentes de Trípoli, se ha opuesto a la salida del jefe de la OLP.
El propio Arafat aseguró ayer que no podía dejar a su pueblo "mientras éste esté en peligro". "No me voy a quedar mucho tiempo en Trípoli. Cuando la situación mejore, volveré a mi cuartel general en Túnez. Yo sé exactamente cuándo será el mejor momento para salir".
Miles de palestinos musulmanes se volcaron ayer sobre las mezquitas de Jerusalén y Cisjordania para rezar por Arafat y los palestinos cercados en Trípoli y Badaui. Al término de las oraciones, más de 2.000 personas se manifestaron por las calles de Jerusalén en apoyo al líder palestino. Manifestaciones similares tuvieron lugar en Nablús y Gaza.
Por otra parte, el presidente libanés, Amín Gemayel, anunció que se trasladará a Damasco el próximo lunes, en el marco de las gestiones que le fueron encomendadas por todas las facciones libanesas en la reciente conferencia de Ginebra.
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