Pamplona contará con una gran zona verde, merced a la recuperación de una fortificación militar
La Ciudadela de Pamplona, cedida a la ciudad por el Ejército según decreto de 21 de mayo de 1964, se encuentra emplazada casi en el centro geométrico de los tres grandes núcleos urbanos que constituyen Pamplona: el casco viejo y el segundo y tercer ensanches, representando para una población cercana a los 200.000 habitantes una posibilidad única de disponer de una providencial y amplísima zona verde.Llamada también el castillo nuevo, la Ciudadela de Pamplona se debió, según señala un amplio informe sobre la misma elaborado por el archivo municipal, a la idea de Felipe II de modernizar, de acuerdo con las concepciones de la arquitectura militar del siglo XVI, las fortificaciones de esta importante plaza fuerte fronteriza. Encargado el proyecto y dirección de las obras en 1571 al prestigioso ingeniero italiano Giacomo Paleazzo, alias el Capitán Fratin, en colaboración con el también gran polifacético -y a la sazón virrey de Navarra- Vespasiano Gonzaga, la traza de la ciudadela de Pamplona se inspiró directamente en las de Amberes y Turín.
Desaparecidas ya las ciudadelas de Amberes y Turín, y pese a las mutilaciones sufridas por ésta, la ciudadela de Pamplona constituye un ejemplar valiosísimo, muy raro ya en Europa, de la arquitectura militar del siglo XVI.
Una hucha sin fondo
Desde sus escasos medios económicos, y prescindiendo de los gastos ocasionados por las obras de derribe, y limpieza previa, el Ayuntamiento de Pamplona, junto con el Ministerio de Obras Públicas y la Diputación Foral, a través de la Institución Príncipe de Viana, han invertido -"en esa hucha sin fondo que es la ciudadela", en palabras del alcalde de la capital navarra, Julián Balduz- más de 140 millones de pesetas, 70 millones de los cuales han sido aportados por el municipio.La envergadura del gasto que ocasiona la recuperación total de este complejo de fortificaciones militares, que constituyen un ejemplar valiosísimo, muy raro ya en Europa, que se prevé superará los 500 millones de pesetas, imponen al Ayuntamiento de Pamplona una lentitud en el ritmo de las obras mucho mayor de lo que la ciudad desearía y ello pese al ímprobo esfuerzo finalizado hasta el momento.
Las primeras inversiones para la restauración de todo este recinto amurallado comenzaron por parte del Ayuntamiento de Pamplona en 1970.
Fue en 1979 cuando por vez primera, y por mediación de la Dirección General de Arquitectura y la Institución Príncipe de Viana, los organismos oficiales, a excepción de una pequeña aportación realizada por la diputación, empezaron a colaborar en este ambicioso plan de restauración. Dos años después, estas dos instituciones contribuyen., al 50% cada una, a la recuperación de otro de los baluartes de la Ciudadela.
A la Institución Príncipe de Viana se le critica por parte de determinados sectores de la ciudad su, en su opinión, falta de colaboración en estas obras. "La Institución Príncipe de Viana", puntualiza el alcalde de Pamplona, "ha colaborado con nosotros aunque, sinceramente, creo que por su parte debe hacer un mayor esfuerzo". "A nosotros nos parece muy bien la política de restauración de ermitas que está llevando a cabo", agrega Balduz, "pero pensamos ,que Pamplona ha sido discriminada, y la Institución Príncipe de Viana debería de mirar más a lo que significa la capital de Navarra, que no sé por qué siempre que hay algo que repartir está en la cola".
El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo ha destinado, por su parte, 27.500.000 pesetas para la recuperación de los 60.350 metros cuadrados que tienen los fosos de la Ciudadela, obras que en estos momentos están concluyendo y que han consistido, principalmente, en la limpieza y saneamiento de los mismos y la construcción de un pequeño canal que recorre todo el complejo.
Algunas de las zonas deportivas que se han previsto instalar en estos fosos "se encuentran prácticamente, terminadas. En ellas -se encuentra ya un frontón -que dispone incluso de gradas para posibles espectadores-, una pista polideportiva para la práctica del baloncesto, balonmano y futbito, y otra pista para el tiro con arco". Estas instalaciones se han previsto de tal manera, en opinión de Julián Balduz, "que su utilización no interfiera a las personas que quieran recorrer los fosos porel paseo habilitado al efecto".
Un concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de Pamplena, de cara a las posibles utilizaciones de la Ciudadela con sus edificios y su entorno -en el que se incluye también la vuelta del castillo, cuyas obras de reforma, que superan los 150 millones de pesetas, se están realizando actualmente-, servirá para decidir cuáles pueden ser los usos que se pueden dar a la Ciudadela y aledaños tras este ambicioso plan de restauración.
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