Homenaje de la Cruz Roja a Cristóbal Halffter por su música sobre el dolor humano

Para imponer la medalla de la Cruz Roja al compositor Cristóbal Halffter, se celebró en los antiguos cuarteles del Conde Duque una sesión extraordinaria del Centro de Estudios y Difusión de los Derechos del Hombre.En la presidencia se sentaron Enrique de la Mata, presidente de la Cruz Roja Española; José María Mohedano, Luis de Pablo, Joaquín Ruiz-Giménez, Pedro Laín Entralgo, el doctor González Max y el homenajeado, Cristóbal Halffter, que intervinieron brevemente en el acto.

La Cruz Roja internacional, dijo Enrique de la Mata, "estimula a todos a la reducción de las tensiones entre los pueblos, logro de un generalizado desarme e implantación universal de los derechos humanos como expresión básica de la dignidad humana en todos los aspectos: civiles, políticos, sociales y culturales".

Como apuntó Luis de Pablo, la música, cualquiera que sea el impulso ético que determine su estética, es arma débil para defender una causa como la de los derechos humanos o la extinción de la violencia, "el dolor no merecido", del que habló Laín Entralgo. Puede el compositor, como el poeta o el pintor, a más de descargar su conciencia y procurarse la paz consigo mismo, servir de testimonio.

Cristóbal Halffter lo viene haciendo, a partir de determinado momento de su carrera, con unas cuantas partituras tan valiosas musicalmente como en lo testimonial e impulsadas todas por una intención más o menos consciente: hacer armonía de los gritos, sean los de dolor o los consecuentes de la protesta. A ello responden el Llanto por las víctimas de la violencia, el Réquiem por la libertad imaginada, las Elegías a tres poetas españoles, la cantata vocal y electroacústica Gaudium et Spes-Beunza.

Con éstas y otras partituras de variado signo en las que alienta un profundo humanismo, Cristóbal Halffter ha proseguido la cultura, musical española junto a toda tina generación de suerte varia y de muy diversa instalación en los estratos dirigentes de nuestra vida social, política y cultural. Ha corregido la idea de ayer con la idea de hoy, lo que, según el Ortega de 1918 evocado por Gómez Amat, permite que no pueda hablarse de "fracaso cultural".

El acto de anteayer tiene pro.Iongación y resonancia largas gracias a la edición por la Cruz Roja de un disco con magníficas versiones de las Elegías y Beunza, según grabaciones cedidas por la Radio Libre de Berlín y la de Colonia, e interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Baden Baden dirigida por Halffter, el Coro de la Radio de Colonia que dirige Herbert Schernus, el actor José Luis Gómez y banda electrónica producida por la citada emisora. Un amplio y atinado comentario de Carlos Gómez Amat y la reproducción de uda pintura de José Guerrero (Derecho a la libertad) añaden valor al interesante lanzamiento discográfico.