Díaz Merchán niega que la beatificación de víctimas de la guerra civil sea una maniobra política vaticana
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Gabino Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo, dijo ayer en Roma que es "una calumnia" afirmar que el anuncio dado durante el Sínodo de que ha sido desbloqueado el proceso de beatificación de los llamados mártires de la guerra civil española haya sido una revancha del Vaticano contra el Gobierno de Felipe González. En una conferencia de prensa con corresponsales españoles, el máximo representante de la jerarquía católica española añadió que existe más diálogo con el actual Gobierno que con el anterior.
El presidente Díaz Merchán recordó que la cuestión había salido en el Sínodo porque un obispo de América Latina le planteó la cuestión al cardenal Pietro Palazzini, que estaba ilustrando los cambios que se van a dar en los procesos de canonización. Subrayó asimismo que sobre este asunto "no había sido consultada la Conferencia Episcopal Española"."Se trata de un problema que deberá estudiar muy detenidamente el episcopado español", afirmó Díaz Merchán, "ya que la Iglesia, cuando se trata de elevar a una persona al honor de los altares, considera antes muy bien todo su contexto histórico".
En respuesta a algunas preguntas de los corresponsales, el arzobispo de Oviedo , dijo: "No se trata, además, de un problema que esté ahí, a la vuelta de la esquina, y las circunstancias pueden aconsejar a veces la espera, para que un gesto, que en sí puede ser positivo, no sea manipulado". Añadió que la Conferencia Episcopal, "mientras no haya una urgencia", no va a actuar.
La urgencia, según comentó, se plantearía cuando todo estuviera preparado para poder beatificar a uno de aquellos mártires, pero "esto", subrayó, "podría ocurrir dentro de 10 años". Si llegara ese momento, quiso aún remachar, "Roma tendrá que escuchar antes a los obispos españoles. Por ahora se trata sólo de una cosa teórica, ya, que no existe la perspectiva de una sola beatificación inminente".
En la conferencia de prensa, convocada por los cuatro obispos españoles que han participado en el Sínodo, estaba presente el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Delicado Baeza, arzobispo de Valladolid.
Diálogo con el Gobierno
A otra pregunta sobre el pasado encuentro de Felipe González con el papa Juan Pablo II y las especulaciones que se hicieron sobre él, Díaz Merchán fue muy tajante: "Hay quien ha querido", dijo, "sacar las cosas de quicio. Yo lo que les puedo contar es que cuando acabó la audiencia y el Papa entró de nuevo en el Sínodo, se acercó a mí y me dijo muy contento: "Acabo de recibir al presidente del Gobierno de su país". Y añadió: "No, el Papa no estaba nervioso, estaba muy sereno y satisfecho".A propósito de si las relaciones del episcopado con el actual Gobierno socialista han empeorado, Díaz Merchán respondió textualmente: "No, nuestras relaciones son normales. Más aún, nuestros encuentros y nuestro diálogo son más frecuentes ahora que con el Gobierno anterior". Y "añadió: "Existe la mejor voluntad de diálogo en el espíritu de autonomía de cada uno y de respeto de los obispos hacia la autoridad del Estado".
Puntualizaciones
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Delicado Baeza, puntualizó que a veces la Iglesia, "en su misión", tiene que reivindicar principios que ayer no gustaban al régimen de Franco y que hoy pueden, por otros motivos, no gustar a algunos sectores del nuevo Gobierno. Como ejemplo del pasado citó la defensa de la justicia social y ahora, la defensa de la familia y el derecho a la vida, en una obvia referencia al aborto."Esta fidelidad de la Iglesia a su misión profética", concluyó Delicado Baeza, "puede hacer pagar hoy un precio a la Iglesia como ya lo pagó ayer. Pero tiene que aceptarlo por fidelidad a su vocación".
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