Falleció el creador del personaje de dibujos Félix el Gato
El dibujante Otto Messmer, creador del personaje de dibujos animados Félix el Gato, murió el pasado viernes en Newark (Estados, Unidos) a los 91 años. El personaje que él creó ha sido considerado por analistas del comic como un dibujo que reflejaba la poesía y el lirismo frente a un mundo mecanizado, del que se defendía situándose a medio camino entre el ensueño y la fantasía.Para los estudiosos de la obra de Messmer, Félix el Gato fue uno de los primeros héroes del absurdo disfrazado de animal. Félix el Gato nació el 14 de agosto de 1923 en una tira dominical en Estados Unidos; en mayo de 1927 la tira se convirtió en diaria. Se publicó hasta 1954 según el diseño de Messmer; luego fueron adquiridos los derechos por Joe Oriolo, quien siguió dando vida al personaje hasta 1967.
Messmer dibujó la tira de Félix el Gato desde su creación. Cuestiones de sindicación habituales en el mundo de la ilustración crearon siempre confusión sobre su autoría, porque Messmer dibujaba para el equipo de Pat Sullivan, cuya firma figuraba en el pie de los dibujos del famoso minino.
Un héroe del absurdo
El éxito de Félix el Gato fue fulminante. Nació cuando Pat Sullivan recibió el encargo de la King Features Syndicate de hacer un personaje de un héroe animal, que Messmer concibió como el gato que le inspiró la lectura de El gato que anda solo, de Rudyard Kipling. El resultado de su trabajo ha merecido este juicio de uno de los grandes tratadistas del comic, Maurice Horn: "El pequeño felino negro es una de las grandes creaciones del arte de los comics: su soledad, su sentido de alienación y su obstinada lucha contra el destino, los elementos, el frío, el hambre y la humanidad insensible le señalan como uno de los primeros héroes del absurdo disfrazado de animal".
"Bajo la inspirada pluma de Messmer", dice Horn en la Historia de los comics, editada en la editorial Toutan por Javier Coma, "Félix viviría sus aventuras más memorables -en el país de Mother Goose, en una mecanizada civilización del futuro, en los planetas del sistema solar- a medio camino entre el ensueño y la fantasía. Y el malhadado Félix siempre se encontraba fuera, desdeñado por su amor, la gatita blanca Phyllis, expulsado a puntapiés de la casa de su amo o perseguido por enemigos implacables. Un aspecto interesante de la serie es que a menudo Félix tenía tratos con seres humanos reconocibles".
Babelia
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