Comienzan a llegar a Ginebra los artífices de la reconciliación nacional libanesa

Un clima cargado de suspicacias, expectación e incertidumbre parece dominar los preparativos de la conferencia de reconstrucción nacional de Líbano, prevista para el lunes. Aunque todavía faltan 48 horas para que oficialmente comiencen las discusiones, siguen existiendo "ciertas dudas sobre la agenda de trabajo y delicados problemas de interpretación" a la hora de concebir la nueva estructura del Estado libanés y sus relaciones con los países vecinos, Siria e Israel.Las declaraciones hechas ayer por algunas delegaciones a su llegada a Ginebra dejan, sin embargo, suponer que "existe voluntad de diálogo y compromiso". En este sentido se manifestó, en primer lugar, Walid Jumblat, líder del Partido Socialista Progresista (PSP) y jefe de la comunidad drusa, para quien la paz en la región es a la vez el primer objetivo y la principal preocupación.

En el mismo avión que Jumblat, un Boeing 727 jordano, y procedentes de Damasco, llegaron también el antiguo primer ministro libanés Rachid Karamé y el jefe del movimiento chiita AMAL, Nabidh Berri. Karamé se refirió a la atmósfera de paz y amistad que, según dijo, se respira ya en Ginebra y que en principio "deberá ayudarnos a encontrar soluciones positivas a los problemas de Oriente Próximo y, sobre todo, de Líbano". En términos parecidos se expresó el antiguo presidente de Líbano Soleiman Frangié.

Hoy tiene anunciada su visita a Suiza Amin Gemayel, quien en el, transcurso de la jornada será recibido por el jefe de la diplomacia helvética y presidente de la Confederación, Pierre Aubert. Aprovechando la estancia de Gemayel en la capital federal, fuentes próximas a la Embajada de Líbano en Berna señalaron que se está preparando "un encuentro privado e informal con la oposición, los representantes de las comunidades drusa y maronita, Jumblat y Frangié.