El Sínodo de Obispos difunde un documento pacifista y de fuerte contenido social
El Sínodo de obispos envió ayer al mundo un mensaje con fuertes acentos socio-políticos en el que se condena, entre otras cosas, "la acumulación de armas, especialmente atómicas, y el escandaloso tráfico de ingenios bélicos de todo género". El Sínodo se clausurará el sábado con una homilía del Papa dirigida a sus miembros. Con las propuestas hechas por los obispos, Juan Pablo II preparará personalmente un documento para todos los católicos.
El mensaje de los obispos, que ha sido aprobado por unanimidad y ha sido escrito también en árabe, dice que "la Iglesia nunca podrá ser condescendiente con estructuras económicas y políticas que perpetuen la injusticia". Y da un ejemplo concreto de lo que los obispos piensan hacer, para llevarlo a cabo: "Usaremos", dice el texto, "toda la fuerza y la autoridad de la que disponemos para conseguir una reforma efectiva de las desigualdades existentes entre el hemisferio norte y el sur".El documento del Sínodo -en el que se condena -el "terrorismo", la "privación de los derechos humanos", la "injusta distribución de los recursos del mundo y ese tipo de estructuras que hace que los ricos sean siempre más ricos y los pobres más pobres"- no hace una alusión explícita al aborto. Se limita a decir que el Sínodo condena los ataques "contra la vida y contra la libertad de las personas inermes". Los obispos tampoco hacen alusión alguna al tema del divorcio.
Según los obispos, "la injusticia abunda sobre la Tieirra y la paz es cada vez más insegura". Pero añaden que, a pesar de ello "la esperanza nunca debe apagarse en el corazón de los hombres". El mensaje de los prelados está ausente de tonos de condena y va dirigido no sólo a los cristianos, sino también a los miembros de otras religion es y "a todos los hombres de buena voluntad".
Durante la conferencia de prensa para la presentación del documento, un periodista preguntó al cardenal Joseph Ratzinger, prefecto del ex Santo Oficio, qué razones habían llevado a los obispos a elaborar este mensaje tan impregnado de contenido social. El cardenal respondió que así lo habían deseado y pedido los obispos del Tercer Mundo presentes en el Sínodo.
Un mundo más seguro
Por lo que se refiere a los. problemas políticos, el mensaje afirma que "aunque no tenemos ningún poder político", sin embargo podemos "hacer llegar a los responsables de las naciones la voz de los pueblos deseosos de un mundo más seguro y más pacífico". Y añade: "No nos cansaremos en la lucha a favor del desarme y de la paz y en atenuar las tensiones, particularmente entre Oriente y Occidente".Como habían solicitado algunos obispos, el mensaje pide también perdón al mundo por "los pecados y deficiencias de los cristianos", causa, afirma el documento, "de tantas divisiones".
El mensaje del Sínodo acaba con una llamada para que el género humano "se deje reconciliar con Dios" y no desespere de su misericordia.
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