Dos procesados por la estafa de Promocisa solicitaron su libertad bajo fianza

La vista del recurso contra el auto por el que el juez decretó la prisión de Saturnino Divasson y Luis Béjar, los dos únicos procesados que se encuentran en la cárcel por la presunta estafa de la inmobiliaria Promocisa, se celebró ayer en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Madrid. Asistieron numerosos afectados, que aplaudieron algunas fases de las intervenciones del fiscal y del acusador particular.Los letrados Rodríguez Ramos y Gimbernat, defensores de Béjar y Divasson, respectivamente, solicitaron la concesión de la libertad bajo fianza o la libertad atenuada, alegando que el auto de procesamiento era endeble y que los procesados no se iban a sustraer de la acción de la justicia. Igualmente, los abogados señalaron que el presunto delito no podía calificarse de estafa, sino de apropiación, ante lo que los perjudicados que se encontraban en la sala prorrumpieron en una carcajada.

El fiscal, Juan Guerra, señaló que esa "dramática carcajada" desautorizaba la calificación de la defensa, y añadió que si la reforma del Código Penal no hubiera contemplado el delito continuado, la pena que habría correspondido a los procesados supondría 2.000 años de prisión. Dijo que la reforma del Código Penal había sido excesivamente rígida al fijar en 18 meses el tiempo de la prisión preventiva, pues de esta forma, en los procesos complicados como el presente, algunos delincuentes podrían beneficiarse de la medida y quedar en libertad. Solicitó la confirmación del auto de prisión para no quebrantar la confianza en la justicia de los 2.000 afectados.

El acusador Manuel Matamoros, en nombre de los afectados, se opuso a la petición de libertad porque todos los procesados habían cambiado de domicilio para eludir la acción de la justicia, y añadió que Luis Jiménez Redondo, uno de los procesados, se encuentra en paradero desconocido.