Que no somos tontos

EL PAÍS debe pensar que sus lectores somos retrasados mentales. La explicación que en su edición del jueves 13 da a la manipulación de las palabras pronunciadas por Carrillo en su mitin de Madrid no resiste el más mínimo análisis.¿A quién pretenden convencer de que la frase "vine al partido comunista por mi admiración hacia la Revolución de Octubre, hacia la figura de Lenin, hacia el partido de los bolcheviques" se transforma, por obra y gracia de la confusión de la periodista (vine por viva) de los aplausos y vivas de los asistentes y el tono exaltado de Carillo en un "Viva la Revolución -de Octubre, viva el PCE, viva Lenin", como textualmente ponían en su edición del lunes 3, y trasladáindo lo, además, al antetítulo de la in formación sobre el mitin?

Como se ve, la estructura de las dos frases es la misma, y cambiando un vine por un viva, quitando un poquito de aquí y añadiendo otro poco por allá, siempre sin ninguna intención, por supuesto, sino por culpa de Carrillo, que utiliza un tono exaltado, y de los asistentes, que gritan mucho y no dejan oír a la periodista, se puede cambiar totalmente el sentido de una información. Mucha confusión me parece esa, y que encima pretendan que nos lo creamos lo considero una pasada. ¡Un poco más de respeto a los lectores!